POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Las protestas contra la vacunación y las medidas de protección implementadas por las autoridades del país que se llevaron a cabo esta semana frente a los hospitales de diversas ciudades de Canadá fueron condenadas unánimemente por la ciudadanía canadiense.
Las protestas fueron organizadas por Canadian Frontline Nurses, un grupo fundado por dos enfermeras de Ontario que han promovido teorías de conspiración sobre COVID-19 y quienes asistieron a mítines en Estados Unidos en los que se reunieron quienes piensan que la pandemia es un “fraude”.
El grupo dijo que las “vigilias silenciosas”, que se realizaban en las 10 provincias tenían como objetivo criticar las medidas de salud pública implementadas para frenar la propagación del COVID-19.
Los organizadores se oponen a lo que ellos llaman “medidas tiránicas y extralimitaciones del gobierno”, y agregan que no están alentando a las enfermeras a que abandonen sus turnos o abandonen a los pacientes.
El premier de Ontario, Doug Ford, cuyo gobierno provocó protestas similares después de anunciar planes para un sistema de prueba de vacunación, condenó las acciones en un tweet, describiendo tales eventos como “egoístas, cobardes e imprudentes”.
La Asociación de Enfermeras Registradas de Ontario y la Asociación Médica de Ontario emitieron una declaración conjunta “condenando enérgicamente” las interrupciones y pidiendo zonas seguras designadas alrededor de las instalaciones de atención médica para proteger al personal y los pacientes, una propuesta que los nuevos demócratas de la provincia también han presentado.
El primer ministro de Alberta, Jason Kenney, condenó las protestas en los hospitales de Edmonton y Calgary y dijo que las manifestaciones pacíficas son un derecho constitucional pero también tienen límites.
Mientras tanto, el líder liberal Justin Trudeau prometió criminalizar el bloqueo del acceso a los hospitales en medio de las protestas, diciendo en un tuit: “No hay lugar para la intimidación o las amenazas en nuestros hospitales y clínicas”.
El líder del NDP, Jagmeet Singh, estuvo de acuerdo en que está mal protestar en los hospitales.
Por su parte, el líder conservador Erin O’Toole también expresó su frustración: “Este tipo de acoso y protesta frente a los hospitales es completamente inaceptable”, apuntó.