POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
El 2021 ha comenzado con buen pie en medio de la pandemia: desde hace un par de semanas, miles de canadienses han comenzado a ser vacunados a nivel nacional en un esfuerzo por inmunizar a la población contra la mortal enfermedad del coronavirus.
El Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció el martes que a la fecha se ha recibido ya más de medio millón de vacunas contra el Coronavirus, y que para finales de este mes se espera el arribo de por lo menos un millón más. Este sería el primer desembarco del medicamente altamente codiciado a nivel mundial, y el cual se multiplicará sustancialmente durante el primer trimestre del año.
Cuestionado por la prensa en la primera conferencia del 2021 frente a su residencia en Ottawa, el Primer Ministro ratificó el objetivo de completar la inmunización de todos los canadienses para el mes de septiembre de este año, un objetivo con el cual se lograría regresar al país a la nueva normalidad en la cual toda la actividad productiva volvería a funcionar al cien por ciento.
Hasta este momento Health Canada ha autorizado el uso de dos vacunas en el país: la de Pfizer/BioNTech y la de Moderna, pero tiene contratos de provisionamiento firmados con una decena de posibles vacunas mas que colocan al país en una situación privilegiada en este momento de pandemia. Moderna y Pfizer son compañías estadounidenses y BioNtech es alemana.
Al cierre de esta edición, 614,552 personas han sido infectadas con el virus COVID-19 en todo Canadá, con 78,528 de estos casos considerados aun activos y el fallecimiento de 16,125. Estos números son relativamente bajos si se comparan con los de otros países, pero son sumamente altos si se tiene en cuenta el envidiable sistema social y de salud pública con el que cuenta el país.
A nivel más local, el gobierno de Ontario, presidido por el conservador Premier Doug Ford, está siendo fuertemente criticado por la lentitud con que está implementando el proceso de vacunación, en comparación con el resto de las provincias, dado que miles de vacunas permanecen guardadas en los refrigeradores mientras aumentan las muertes principalmente en los centros de atención de largo plazo para las personas de la tercera edad.
Según reportes de prensa, solamente unos 47,000 trabajadores de la salud habían sido vacunados en los hospitales hasta el momento, sin incluir a un número no especificado de residentes de hogares de ancianos, quienes comenzaron a recibir la nueva vacuna Moderna en los centros de atención a largo plazo más afectados por la pandemia.
Eso significa que alrededor de 100,000 dosis ordenadas por el gobierno federal a Pfizer y Moderna aún están en manos de las autoridades de salud Ontario, quienes están realizando un proceso demasiado lento para vacunar a una población de 14 millones de habitantes de la provincia. Y el número de dosis a recibir aumentará significativamente a partir de la próxima semana.
Ante las críticas, el Jefe Médico de la provincia, Dr. David Williams, dijo esta semana que Ontario está a punto de aumentar el número de hospitales que administran las vacunas hasta a 21, con la esperanza de aplicar 1,000 inyecciones diarias en cada uno de estos centros de salud. De igual forma explicó que los hogares de ancianos en las zonas con más infecciones de Toronto, de la región de Peel, de la región de York y de Windsor-Essex podrían estar completamente vacunados a mediados de enero.
Por su parte, el Dr. Isaac Bogoch, especialista en enfermedades infecciosas y miembro del grupo de trabajo de vacunas de Ontario, dijo que los desafíos logísticos y organizativos estaban en juego al comienzo de los esfuerzos de vacunación en la provincia y en todo el país.
“Creo que es justo dar a estos programas, no solo en Ontario, sino en todo el país, un poco de margen de maniobra y un poco de pista para despegar. Sin embargo, ya han pasado tres semanas desde la primera entrega de la vacuna. Deberíamos estar despegando, deberíamos estar en el aire y deberíamos tener programas de vacunación masivos funcionando a plena capacidad ahora”, dijo Bogoch ala CBC.
En Canadá se están administrando las vacunas de Moderna y de Pfizer/BioNtech, las cuales usan una novedosa técnica con “ARN mensajero”, que es una secuencia genética creada en el laboratorio, que teóricamente aporta mejores datos de inmunidad, pero que al ser nueva puede generar ciertas dudas en la práctica.
Otras dos vacunas que también se están comenzado a utilizar en otros países del mundo son las vacunas de Astrazeneca/Oxford y la rusa Sputnik V. Estas están catalogadas como de ‘vectores virales’, lo que significa que se construyeron a partir de un proceso que no daña la salud humana y a través de los denominados adenovirus, en los que se inserta el Sars-Cov-2, para que genere reacciones de inmunidad en el cuerpo del paciente que la recibe.
Según sus propios cálculos, la vacuna de Pfizer/BioNtech garantiza una inmunidad del 95%, la de Moderna del 94,5%, la de Oxford/AstraZeneca del 90% (siempre y cuando se administre media dosis en la primera toma) y la Sputnik V del 95% pasados 42 días.