OSCAR VIGIL / TORONTO /
Para bien o para mal, la “nueva normalidad” en el sistema educativo de la provincia se está estableciendo poco a poco con el regreso de los estudiantes a los salones de clases, la mayoría, y con el uso de clases virtuales, la minoría.
Según datos del Ministerio de Educación de Ontario, en la consulta realizada con los padres de familia previo a la decisión de reabrir las escuelas, alrededor del 70 por ciento dijeron que enviarían a sus hijos a recibir clases presenciales a pesar de la pandemia, mientras que el resto los inscribirían para las clases en línea.
La semana pasada comenzaron escaladamente las clases presenciales en las diferentes escuelas de la provincia y, a la fecha, estas parecieran estar trabajando con más alumnos por clases de los que se esperaban. Esto ha generado más incertidumbre en los padres de familia y también más protestas de parte de los sindicatos de maestros, quienes han lazado una demanda legal exigiendo al Ministerio de Trabajo, que es quien supervisa los lugares de trabajo en la provincia, que obligue al Ministerio de Educación a que establezca normas en las cuales no se permitan más de entre 15 y 20 estudiantes por clase, con lo cual aseguran se garantizaría el poder mantener una distancia de dos metros entre los alumnos.
Hasta el momento, y cuando los casos de contagio van al alza en Ontario (313 nuevos casos confirmados el lunes y 251 nuevos casos el martes, en periodos de 24 horas), han sido confirmados también 15 casos positivos del COVID-19 en el sistema escolar de la provincia y 58 en instalaciones de cuidado infantil con licencia.
Esta situación parece estar generando aun mas incertidumbre en los padres de familia, y los maestros dicen que está llevando a que el tamaño de las clases fluctúe a medida que los padres sopesan la decisión de enviar a sus hijos a las escuelas.
De hecho, la Junta del Distrito Escolar de Toronto (TDSB) dijo esta semana que de 66,000 estudiantes que estaban inscritos inicialmente para recibir las clases en línea, el número se ha disparado a más de 72,000 en los últimos días. Como dato, solo en las últimas 24 horas 1,500 estudiantes se cambiaron de aprendizaje presencial a aprendizaje virtual, según voceros del TDSB.
Es así como algunas juntas escolares de Ontario están retrasando el inicio de las clases virtuales debido a la creciente demanda, y ahora dicen que esas clases comenzarán el 21 de septiembre para los estudiantes de primaria y el 22 de septiembre para los estudiantes de secundaria, es decir con una semana de retraso.
Matías de Dovitiis, dirigente social hispano que en la última elección municipal se postuló para ser miembro del TDSB, dice que “tuvimos semanas, meses, desde marzo y abril que se cerraron las escuelas sabíamos que iban a tener que volverse a abrir, y la planificación no se ha hecho en serio sino hasta las últimas dos semanas. La crítica es al Ministerio de Educación que es el eje central que tuvo que haber tomado la responsabilidad y que tuvo que haber puesto los recursos”.
De Dovitiis dice que esa falta de coordinación ha sido terrible y que ha puesto a muchos padres nerviosos. “Yo trabajo en los barrios que tienen la cantidad de latinoamericanos más alta en Canadá, 1 de cada 5 en estos barrios son latinos, y son barrios que tienen grandes problemas sociales, y hemos visto tasas de infección mas altas y hay escuelas donde hasta el 50 por ciento de los padres no van a mandar a sus hijos a clases por tener miedo de contagio”, apuntó.