OSCAR VIGIL / TORONTO /
Decenas de migrantes, refugiados, indocumentados, trabajadores y estudiantes realizaron una actividad de protesta frente a las Oficinas de Inmigración ubicadas en el 74 de Victoria Street, en Toronto, para pedir una acción urgente al gobierno canadiense que permita obtener un estatus migratorio completo y permanente para todos en el país.
La actividad, que fue convocada por la organización Migrant Workers Alliance for Change, consistió en un “reloj humano” con el que le enviaron un claro mensaje al gobierno liberal: “No podemos esperar ¡El momento del estatus para todos es ya!”
Los representantes de las organizaciones participantes, quienes realizaron similares actividades simultáneamente en Montreal, Niágara, Vancouver, Regina, Sherbrooke, Windsor, Halifax, Okanagan y Ottawa, le piden concretamente al Primer Ministro Justin Trudeau que aproveche la prórroga del Parlamento y que en el Discurso del Trono que va a realizar el próximo 23 de septiembre presente un plan de regularización para los trabajadores indocumentados.
Luis Mata, un trabajador comunitario que se especializa en el tema de los trabajadores temporales, y quien participó en la demostración, dijo que el objetivo del evento era seguir llamando la atención de la opinión pública y principalmente del gobierno y de sus instituciones encargadas de todos los aspectos de inmigración y refugio en el país.
“En un momento en que la pandemia ha golpeado fuertemente y con mayor rigor a los sectores más vulnerables, a la gente que vive en mayor precariedad, es el momento en que debemos mostrar la calidad humana, la humanidad, la compasión y mostrar el espíritu de Canadá, ofreciéndoles a estas personas que son esenciales, porque son trabajadores y trabajadoras migrantes que le dan lo mejor de sus vidas, de sus experiencias de sus habilidades, de su trabajo a este país para mantener la economía a flote, debemos otorgarles un camino real hacia la integración en este país, es decir hacia la residencia permanente”.
Según datos proporcionado por la organización Migrant Workers Alliance for Change, al menos 1 de cada 23 personas en Canadá (más de 1,6 millones) son residentes no permanentes. Los migrantes viven en el país a través de permisos de estudio, trabajo o humanitarios, o carecen de documentación. Muchos migrantes están excluidos de la atención médica universal, del acceso a ayudas económicas de emergencia y del trabajo decente. Muchos están separados de sus familias.
De igual forma plantean que cientos de miles de trabajadores migrantes, refugiados, estudiantes y personas indocumentadas han perdido la vida y sus medios de subsistencia en el COVID-19; y que los migrantes no pueden protegerse por completo durante el COVID-19 debido a la falta de apoyo de emergencia y porque hablar sobre las condiciones de trabajo y vivienda inseguras puede resultar en la deportación, la falta de vivienda o la imposibilidad de regresar.
Luis Mata dice que durante los últimos años han estado haciendo un llamado para que no se mantenga en el limbo y en la precariedad a estos trabajadores, muchos de los cuales están trabajando en muy malas condiciones, son super explotados y muchas veces ganan por debajo de lo que establecen las normas de empleo en el país.
“Este es un llamado para que se les otorgue estatus a todos, es el momento de declarar una amnistía y darle permiso de trabajo abierto y un camino cierto hacia la residencia permanente a estos hombres y mujeres que están trabajando duro para sacar el país hacia adelante”, apuntó.