FMLN: Relevo ya, o muerte política pronta en El Salvador

Doctora Ileana Vigil, Candidata a Diputada Suplente por el Departamento de Usulután

OSCAR VIGIL / TORONTO /

Para nadie es un secreto que si el Frente Farabundo Martí para Liberación Nacional (FMLN) no quiere pasar a la irrelevancia, este es el momento de que su cúpula histórica se jubile y le de paso a sangre joven e ideas frescas que enrumben al partido hacia el futuro. No hay otra opción, o el partido se renueva o muere políticamente.

El FMLN, al igual que el resto de los partidos del espectro político salvadoreño, están en el momento de definición de sus candidatos para las elecciones legislativas y municipales que se van a llevar a cabo el 28 de febrero del 2021, y la carrera para todos ellos parece ir cuesta arriba dado el rechazo que la ciudadanía les mostró en las elecciones presidenciales del año pasado.

No se puede ser simplista y achacar toda la culpa de lo malo que le ha ido al país en las últimas décadas a la actual cúpula de los partidos políticos tradicionales, pero es evidente su enorme contribución al actual estado de cosas que tiene a El Salvador sumido en la violencia social, en la pobreza, y ahora también en la descomposición acelerada de las instituciones que gobiernan el país, particularmente la presidencia de la república.

El Salvador se está convirtiendo poco a poco en una dictadura, en una especia de finca manejada por un presidente que se cree ungido por Dios y que no le debe rendición de cuentas a nadie. Y la situación podría empeorar si los partidos políticos que apoyan al presidente ganan una mayoría legislativa el próximo año, porque es esta entidad la que define las magistraturas de la Corte Suprema de Justicia, de la Corte de Cuentas, de las Fiscalía General de la República, de la Procuraduría General y etc., etc., etc.

Para poder salir adelante, el país necesita instituciones fuertes, sólidas, probas y al servicio de la población en general y no de pequeños sectores particulares, y para poder tener este tipo de instituciones se requiere también de partidos políticos fuertes, sólidos, probos y al servicio del pueblo. Sí, yo sé que es mucho pedir, pero estoy convencido de que algo se puede lograr.

En este contexto, el FMLN aun juega y puede jugar un papel fundamental en el tinglado salvadoreño. Ya lo hizo durante la guerra, cuando logró obligar a las estructuras más reaccionarias del país a caminar hacia la democracia. Porque la eliminación de los represivos cuerpos de seguridad, la desmilitarización del país, la promulgación de leyes que respeten los derechos humanos, garantías de absoluto respeto a la libertad de expresión, garantía de verdaderas elecciones libres y un sistema de justicia realmente independiente, entre muchas otras reformas, fue claramente el resultado de la guerra civil que duró más de 12 años y que fue impulsada por la entonces guerrilla.

Ahora, en el FMLN están ante un nuevo reto de trascendencia hacia el futuro, y solo lo podrán superar si le dan paso a nuevas generaciones que entienden mas adecuadamente el pensar y sentir de la población salvadoreña, y que tienen mas credibilidad con la gente.

Yo conocí al actual Secretario General del FMLN, Oscar Ortíz, en el marco de la ofensiva general lanzada por el FMLN en noviembre de 1989. Nadie duda de que para ese entonces Ortíz era uno de los más jóvenes y eficientes dirigentes políticos y militares de la guerrilla. Pero eso fue hace ya mas de 30 años, y luego de su paso por diversos puestos de gobierno y de serias acusaciones de malos manejos financieros, definitivamente ya no es el líder que este partido necesita para el corto, mediano y largo plazo.

Lo mismo se puede decir de muchos otros “dirigentes históricos” que jugaron un papel fundamental durante la época de guerra y de postguerra, pero que hoy, en pleno siglo XXI, se están convirtiendo en una desventaja, en una retranca para el avance del FMLN y por tanto deben pasar a retiro. Deben continuar ayudando al partido como asesores, como “concejo de ancianos”, como baluartes históricos de la revolución, pero definitivamente no pueden seguir ocupando los cargos de dirección ni de elección popular, sino que deben dar paso a nuevos líderes que enfrenten los nuevos tiempos que está viviendo El Salvador.

Me ha impactado muy positivamente ver muchísimos rostros nuevos en las elecciones de candidatos que realizó el FMLN el pasado domingo, es evidente la participación y elección de muchísimos jóvenes y también de muchos militantes antiguos que nunca han estado involucrados en las instituciones de poder. Ellos, con su compromiso con el partido y con la frescura en su participación, pueden conducir al FMLN hacia sus raíces históricas, y con ello, nuevamente al engranaje con los sectores más amplios de la población salvadoreña.

De las decenas de ejemplos que hay, y a pesar de que a esta hora aun no se han dado a conocer los resultados oficiales, voy a mencionar nada mas dos, que son los que conozco con bastante precisión.

En el Departamento de Usulután ganó la candidatura a diputada suplente Ileana Vigil, sobrina mía. Ella es una doctora de apenas 30 años, tiene su clínica particular y es a la vez profesora de Universidad Nacional, y desde los 18 años ha participado en la Juventud del FMLN. Sumamente inteligente y carismática, ha fungido en los últimos años como Concejal de la ciudad de Jucuapa, y cuando le preguntaron en una entrevista de radio por qué no era candidata a Diputada Propietaria, dado su excelente perfil, respondió muy cándidamente que necesitaba aprender primero un poco mas para poder asumir un mejor papel como dirigente política más adelante.

Periodista Guido Flores, Candidato a Diputado Propietario por el Departamento de Cabañas

El otro caso es mi amigo el periodista Guido Flores. Comprometido al cien por ciento con el FMLN, con más de 30 años de militancia en el FMLN, nunca ha ostentado un cargo de dirección ni de elección en el partido, y en las elecciones del domingo ganó la candidatura para Diputado propietario del Departamento de Cabañas. Guido es una persona inteligente, comprometida y honesta, que en los últimos 25 años se ha destacado en los micrófonos de Radio Mayavisión.

No tengo duda que tanto Ileana como Guido serán parte de ese nuevo grupo de líderes que llevarán nuevamente al FMLN a ser ese partido revolucionario pero moderno, de izquierda, que necesita El Salvador. Pero para que eso se haga realidad, la cúpula actual necesita hacerse a un lado y dejarlos trabajar. No lo digo solo yo, es un secreto a voces, y si no me creen, revisen nuevamente dónde tienen al partido en este momento después de más de 40 años al frente: a punto de convertirlo en irrelevante para el país.