No destruya los documentos migratorios viejos, le van a servir en el futuro

Por Vilma Filici

filici@filici.com

TORONTO. En repetidas ocasiones recibo preguntas de clientes acerca de si aún tengo los documentos de cuando ellos llegaron a Canadá. Tengo gente que me pide copias de documentos de hace más de 30 años, de cuando comencé a trabajar en esta profesión.

Hace poco tuve una llamada de una joven que estaba a punto de iniciar su trámite de ciudadanía y quería recibir el bono de un año en el conteo de los requisitos de residencia. Para esto necesitaba demostrar que trabajó legalmente por dos años en el país antes de recibir su residencia permanente. Este caso es de los últimos 5 años y logramos sin mayores problemas conseguir los documentos que necesitaba pues estaban en nuestro sistema computacional.

En otros casos, cuando los procesos se hicieron décadas atrás, es mucho más complicado obtener la documentación. Nosotros sólo guardamos los documentos por siete años y después de este tiempo el expediente es destruido.

En el pasado he visto situaciones muy interesantes que, a pesar de que no son de inmigración, sí afectan a todas las personas que somos inmigrantes ya que, en algún momento, tendremos que hacer el trámite para nuestra ciudadanía y luego la pensión, ya sea el Canada Pension Plan o el Old Age Security.

Son muchas las personas que me han llamado o visitado sumamente preocupadas porque están haciendo sus trámites para el Canada Pension Plan y para el Old Age Security, y en dicho proceso se encuentran en situaciones difíciles de solucionar.

Personas que llegaron a Canadá muy jovencitas y que ahora, años después, van a cumplir 65 años y por tanto están haciendo el trámite para su pensión. Y uno de los requisitos de Services Canada (si la persona no es nacida en el país), es que tiene que presentar documentos del momento en que llegó a Canadá, ya sea ciudadano canadiense naturalizado o residente permanente.

Generalmente piden el pasaporte original con el que la persona entró al país o el ticket de avión que usó para llegar. Obviamente la mayoría de las personas, y me incluyo, ya no tenemos ni el pasaporte ni el boleto. En consecuencia, la situación se convierte en desesperante.

Me parece una falla del gobierno que en ningún momento nadie avise al recién llegado que debe guardar esos documentos. Por suerte, todas las oficinas del gobierno aceptan cualquier otro documento oficial que demuestre la fecha en que la persona llegó al país o el tiempo que ha trabajado legalmente, como en el caso de la ciudadana arriba mencionada.

En este tipo de situaciones hay que contactarse con la Canada Revenue Agency y ordenar los récords de los impuestos de los años pertinentes para enviarlos a Services Canada con una carta explicando la situación.

Ninguno de nosotros pensamos en lo que vamos a necesitar en el futuro para hacer estos trámites. Incluso yo, después de haber visto una gran cantidad de personas con problemas porque no pueden probar su entrada al país, me estoy empezando a preocupar.

Yo llegué a Canadá hace 47 años, y en ese momento, cuando uno entraba lo que le daban como prueba de entrada era un papelito engrapado al pasaporte, ni siquiera era un formulario. A estas alturas yo no tengo ni el pasaporte ni ese papelito, no hay nada registrado, por lo que también voy a tener que preocuparme por conseguir pruebas cuando llegue el momento de hacer mi solicitud para mi pensión.

Normalmente, cuando se está haciendo el trámite para el Canada Pension Plan y el Old Age Security, los requisitos son que la persona tenga o esté por cumplir 65 años de edad (se puede iniciar el trámite más o menos once meses antes de cumplir esa edad), tener estatus legal en Canadá y cumplir con los requisitos de la residencia y “otros documentos”. Y aquí, en “otros documentos”, es donde está el problema.

La documentación que piden, si la persona nació fuera de Canadá, son el certificado de ciudadanía, el certificado de naturalización, el pasaporte original con el sello de entrada, y, además, copia de la residencia permanente o el papelito que daban antes como residencia permanente, que se llamaba IMM1000, Record of Landing, y que ahora es la Tarjeta de Residencia Permanente.

Si usted no ha vivido toda su vida en Canadá, quieren documentación que pruebe la historia de residencia en el país, y nuevamente quieren ver el pasaporte con el cual entró a Canadá, la visa con la cual vino, las declaraciones en aduanas, o cualquier otra documentación que pruebe la historia de la residencia.

Obviamente cuanto más tiempo se ha vivido en Canadá, más complicado se hace el poder presentar la documentación. Por ejemplo, generalmente en la mayoría de los países cuando uno renueva el pasaporte ellos se quedan con el pasaporte viejo, y por ende el pasaporte donde estaba la estampa de la entrada a Canadá se pierde. También, algunas personas pierden el record de residencia permanente, y esto es algo que el gobierno pide.

En conclusión, quiero dejar bien clara la idea de que es importante que se guarde toda la documentación que pruebe la entrada inicial que se hizo como residente permanente a Canadá, o los permisos de trabajo y la residencia si se hizo el trámite estando en Canadá. Esa es la mejor vía para facilitar luego el proceso de obtención del Canada Pension Plan, del Old Age Security o probar la estadía legal en Canadá antes de obtener la residencia para el bono de un año de la ciudadanía.

Si es absolutamente imposible conseguir dicha documentación, la manera de probar esa residencia es hablar a Revenue Canada al teléfono 1-800-959-8281, y solicitar lo que se conoce como “Option C Printout” del año en que la persona llegó al país o hacer una copia de la cuenta de la persona. Otra opción también es contactar al Ministerio de Salud y pedir el record de las visitas que se han hecho a los médicos y que han sido cubiertas con el seguro medico.

Si la persona llegó al país en los últimos quince años, también se puede pedir el record de entradas y salidas de Canadá, con el cual se puede corroborar por lo menos cuándo fue la primera fecha en que entró al país.

Guardemos los documentos desde ya para no tener dolores de cabeza en el futuro.