Aumentan las voces para que se regularice el estatus de los trabajadores indocumentados

OSCAR VIGIL / TORONTO /

Con marchas, protestas, peticiones en línea y lobby ante diversos funcionarios públicos, organizaciones de la sociedad canadiense han aumentado su reclamo de que el gobierno federal establezca un programa especial para que se regularice el estatus de las personas que viven de forma indocumentada, o con estatus precario, en el país.

La cantidad de voces está aumentando en momentos en que las mismas instituciones canadienses han reconocido el enorme esfuerzo que muchas personas que viven con estatus legal precario en el país han aportado durante la crisis generada por la pandemia del COVID-19.

Es el caso por ejemplo de muchos solicitantes de refugio que se convirtieron en el grupo principal de trabajadores de la salud para el cuido de las personas de la tercera edad que viven en asilos principalmente en la provincia de Quebec, o el de los trabajadores temporales que han logrado que las granjas de frutas y verduras continúen funcionando en las provincias de Toronto y de Manitoba, así como también que no se detenga el procesamiento de carnes en los destazaderos de la provincia de Alberta. De igual forma ha sido sumamente valioso también el trabajo realizado por miles de indocumentados en las industrias de la construcción, la limpieza y la atención al cliente, entre otras, en las principales ciudades del país.

El propio Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, reconoció el aporte brindado por estos trabajadores que viven en el país con estatus precario, es decir con visas temporales, con permisos de trabajo, con procesos de refugio o completamente sin estatus.

A mediados del mes pasado y a propósito de la muerte para ese momento de dos trabajadores agrícolas temporales mexicanos, el Primer Ministro dijo concretamente: “Dependemos de los trabajadores extranjeros temporales para una gran parte de la producción agrícola en este país, pero siempre debemos aprovechar los momentos de crisis para reflexionar sobre cómo podemos cambiar el sistema para mejorar, mejorar para los canadienses, pero también mejorar para la gente que viene aquí y que se asegura de que nos mantengamos alimentados”.

Luego, agregó: “Sabemos que hay muchos problemas, desde las condiciones de vida hasta el hecho de que los trabajadores extranjeros temporales están vinculados individualmente a empresas o empleadores particulares, a varios desafíos en torno a las normas laborales… Incluso podemos ver cosas como vías hacia la residencia (permanente), lo que daría a las personas más derechos”.

Así, diversas entidades le han tomado la palabra y la semana pasada algunas de ellas se concentraron en Toronto frente a las oficinas del Ministro de Inmigración, Refugio y Ciudadanía, Marco Mendicino, para pedir “Estatus migratorio completo para todos”.

“Los trabajadores migrantes vinieron a Canadá para vivir y trabajar. Trabajadores de cuidado, trabajadores agrícolas, trabajadores indocumentados. No vinimos aquí para morir. Necesitamos estatus ahora”, dijo Verónica, del Centro de Acción de los Trabajadores.

Por su parte, Francisco Rico, quien llegó como refugiado a Canadá y ahora es Director del Centro de Refugiados FCJ, dijo que “La ley de inmigración de Canadá tiene racismo y clasismo escritos en la ley. Ahora no es el momento del silencio. Tenemos que gritar y exigir justicia y responsabilidad. Estatus para todos no es un favor, sino un derecho básico”.

De igual forma, Sylvia, de la organización Migrant Students United, dijo que “Los estudiantes migrantes escribieron 12,000 cartas al Primer Ministro Trudeau exigiendo igualdad de derechos, unidad familiar y más. Hablamos diferentes idiomas y somos de diferentes países. Pero hoy nos unimos para luchar por el estatus para todos “.

Vilma Filici, profesora de leyes de inmigración y consultora migratoria, explica que hace varios años una coalición de organizaciones dio a conocer una investigación acerca de las personas indocumentadas que vivían en Canadá. La investigación, que fue financiada por la Labour International Union of North America, LIUNA Local 183, y que fue publicada en el año 2005, llegó a la conclusión de que en el país había entre 300 y 500 mil personas indocumentadas. A la fecha de hoy, diversas fuentes plantean que ese número puede andar un poco arriba del millón de personas.

Filici, quien participó en esa campaña a favor de los indocumentados hace ya 15 años, dice que los trabajadores indocumentados y temporales están llenando espacios importantes para el desarrollo y el mantenimiento de la economía canadiense, y que cada uno de estos trabajadores juega un papel esencial y debería ser reconocido con darles la tranquilidad de tener su residencia.

“La regularización de los indocumentados y las personas en estados temporales es la mejor solución que pudiera dar el gobierno en estos momentos a la acumulación de casos de refugio atrasados que están sobre los cien mil. Creo que ha llegado el momento de que el gobierno canadiense implemente un programa especial de regularización para las personas indocumentadas y sin estatus. Lo más importante para tener en cuenta es que estos trabajadores han demostrado ser esenciales para la economía canadiense, que están bien establecidos, que son capaces y que son honestos”, apuntó.

Desde una perspectiva meramente pragmática, dijo que también “hay que tomar en cuenta que, dada esta crisis mundial de salud, Canadá no va a poder llenar sus necesidades de inmigrantes ni este ni probablemente el próximo año, y por tanto lo mejor que podemos hacer es utilizar esa mano de obra calificada que ya tenemos viviendo en nuestro país. Es hora de regularizar a los trabajadores que viven de forma indocumentada o con estatus temporal en Canadá”.

Para quienes quieren unirse a esta campaña a favor de las personas indocumentadas o con estatus precario que viven en el país, pueden obtener más información en: www.migrantrights.ca/covid19