GILBERTO ROGEL / TORONTO /
“En todos lados del mundo se cuecen habas” dice el conocido refrán popular, y sin discusión, la política canadiense en la actualidad es un excelente ejemplo de esto. Mientras el Partido Liberal a nivel federal continúa enfrentando el tema de la empresa SNC-Lavalin, los Conservadores en Ontario dan marcha atrás en una serie de medidas antipopulares.
El partido Conservador y el Premier Doug Ford se vieron obligados a retroceder en cierta forma en su plan de reducir el financiamiento gubernamental destinado a facilitar acceso a las terapias necesarias para cientos de menores de edad que padecen del espectro del autismo.
Durante las últimas semanas, padres y madres de estos menores elevaron sus protestas al asegurar que la acción de los conservadores es “desastrosa”, además de “obligar a muchas familias a pensar en irse de la provincia o vender sus propiedades”.
Esta opinión es compartida por Marit Stiles, diputada del Partido Nueva Democracia (NDP por sus siglas en inglés) quien al participar en un conversatorio con los asistentes a la escuela cívica del Consejo Canadiense para la Herencia Hispana (HCHC por sus siglas en inglés), aseguró que esta acción fue “una bofetada en el rostro” de los más necesitados.
“Con este anuncio, lo que en principio es positivo gracias a la protesta de cientos de personas, también hay que decir que es triste porque muchos menores en muy poco tiempo no podrán contar con los fondos necesarios para su normal adaptación adicional del estrés que causa en muchas familias día con día”, dijo la parlamentaria.
Por si esto no fuera poco, los conservadores anunciaron cambios radicales en el sistema educativo desde primaria a secundaria. Solo por mencionar, el currículo en materia de educación sexual será “menos explícito”; el tamaño de las clases en la secundaria se incrementará, es decir, más estudiantes en un mismo salón, pero con los mismos o menos docentes. Y los estudiantes deberán tomar cuatro créditos on-line (no uno como en la actualidad) para poder graduarse, en otras palabras, menos tiempo en la escuela y más afuera del salón de clases.
La diputada Stiles, quien es la crítica de educación del NDP y representa al distrito de Davenport en Queens Park, dice que las intenciones del premier Ford son dañinas, ya que se avecina una reducción en el número de docentes -cerca de 10 mil plazas-, retiro adelantado de otros, sustitución de profesores asistentes, y el desaparecimiento de algunos encargados de las bibliotecas escolares, responsables de programas extracurriculares, personal administrativo y de limpieza, entre otros.
La justificación del gobierno conservador es que los tiempos modernos exigen que los estudiantes deban estar preparados para afrontar el verdadero “mundo laboral” en donde el conocimiento tecnológico es prioridad, además que estos nuevos conocimientos los dotará de herramientas prácticas para su futuro profesional y personal.
La diputada Stiles no piensa de la misma manera y dijo a los asistentes de la School4Civic del HCHC que los conservadores apenas y han comenzado a dar indicios de sus verdaderos planes, los que a su juicio tendrán un fuerte impacto negativo en miles de habitantes de esta provincia.
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