OSCAR VIGIL / TORONTO /
Una tarde de otoño, Alex Usquiano iba entrando a la estación de subway de North York Centre y le pareció escuchar el sonido de los ángeles. Se detuvo repentinamente y lo que vio fue a un anciano ensayando con su “Erhu”, un instrumento de cuerda milenario que se le conoce como el violín chino. Automáticamente tomó su cámara que llevaba al ristre y disparó una secuencia de fotografías.
“Las líneas que están detrás de él, en la pared, son perfectas para la foto”, dijo. Pero no, realmente no se trataba de la pared, ni siquiera se trataba del músico en sí, se trataba simplemente de “La Máquina de Observación” en plena acción.
“The Observation Machine”, o en español “La Máquina de Observación”, es el nombre bajo el cual el artista visual Alex Usquiano presentó su más reciente exhibición fotográfica en el Toronto Centre for the Arts, ubicado en la zona de Yonge y Sheppard.
“En esta exhibición quise hacerle un homenaje al ejercicio fotográfico. Para poder hacer fotografía se necesita desarrollar el sentido de la observación, y en los últimos años en que estado acá como inmigrante he desarrollado más ese sentido de observación. Por una manera, por una forma de hacerme entender y de comunicarme, he desarrollado ese sentido de la observación y casi todo mi trabajo gira en torno a eso, a los detalles, a la gente, a los espacios, a los lugares, a los colores, a las texturas, al tiempo y al espacio”, explica.
Aclara que lo que presentó no es exactamente una retrospectiva, pero dice que sí efectivamente es un trabajo que recorre los últimos cuatro años de su vida artística aquí en Canadá, en los cuales todo está conectado, nada está suelto o desligado.
“Lo que yo estoy planteando es la manera de abordar el tema, es la técnica. Es decir, yo ahí estoy usando fotografía, pero también estoy haciendo manipulación fotográfica y también estoy mostrando el trabajo social, porque no todo es etéreo, no todo es poético, también hay que hacer ese trabajo social que hay que hacer para poderse conectar con el mundo real y poder transformar eso a través del arte, eso es básicamente lo que estoy planteando a través de esta exhibición”, explica.
Sus cuadros muestran lo femenino desde una mirada poética, haciéndolo transitar desde la persona en sí hasta la naturaleza. Igual, trata el tema del tiempo “pero no el tiempo lineal, sino donde hay muchísimas líneas del tiempo que se cruzan, se entrelazan y se pierden, son atemporales”.
“El tema de los paisajes es simplemente una referencia para poderme ubicar dentro de un espacio y poder usar esos colores, tonalidades, texturas que se yuxtaponen dentro de mi trabajo fotográfico”, apunta.
Alex Usquiano es uno de los más prolíficos artistas visuales de Toronto. Originario de Colombia, llegó a Canadá hace poco más de cuatro años y desde entonces sus trabajos han sido expuestos en diferentes salas de exhibiciones.
Con “La Máquina de Observación”, dice que su objetivo fue que los asistentes se fueran inspirados una vez apreciaran su arte, porque fue “un trabajo donde la gente se encuentra, se cofunde, se sobresalta y encuentra diferentes emociones, e inventa diferentes historias sobre lo que hay alrededor de las fotos”.
Quiere, en otras palabras, que los amantes del arte “se conviertan en máquinas de observación para que no se pierdan de los detalles que hay en el entorno, los cuales son importantes y significativos para transformar nuestras vidas”.