REDACCION / TORONTO /
Esta es una de las promesas que el ahora Primer Ministro Justin Trudeau hizo durante su campaña electoral y que no se quedó sólo en humo. Es como volver a los años 60, pero esta vez sin amor y paz, pero con la protección de la ley.
La legalización de la marihuana entró en vigor este miércoles 17 de octubre, de acuerdo con su aprobación en el Parlamento el año pasado.
A partir de hoy toda persona mayor de edad residente en el territorio canadiense puede enrolar su cigarrillo de marihuana sin ser confrontado por las autoridades policiales.
Sin embargo, la legalización de esta sustancia estupefaciente conlleva a una serie de medidas y disposiciones particulares en todas las provincias y territorios de Canadá que los fumadores deberán observar. De la misma manera que el consumo del tabaco, la marihuana puede ser consumida solamente en determinadas áreas donde no afecte a los no fumadores.
Mientras muchos canadienses encienden su “puro” legalmente por primera vez, otros permanecen con la duda sobre el consumo de ‘cannabis’.
Las autoridades médicas esperan que el consumo de la ‘hierba’ aumente en más de un 10% en todo el país. En Ottawa, la capital federal, este aumento podría ser de un 13%, según se dio a conocer a la prensa. La agencia de recaudación de rentas internas (Revenue Canada) también está la expectativa de la captación millonaria del impuesto que gravitará sobre su venta legal.
Lo mismo que el alcohol y el tabaco, cada persona adulta es libre para tomar su propia decisión con respecto a su uso, quedando totalmente prohibida para los menores de edad.
En Ontario, la legalización para uso recreacional requiere ser mayor de 19 años de edad para poder comprar, consumir y cultivar su propia planta de marihuana. Los usuarios pueden compartir un máximo de 30 gramos entre las personas que tengan esa edad, pero pueden prepararla como alimento o bebida en sus hogares.
Los residentes de esta provincia pueden cultivar en sus hogares un máximo de 4 plantas para consumo personal.
El “Cannabis Act” aprobada por el Parlamento estará en vigencia dentro de los límites de la provincia de Ontario, hasta que el gobierno provincial apruebe en la Legislatura el “Acta de Enmienda de la Ley sobre el Estatus del Cannabis”, que prohibirá su uso en lugares públicos, puestos de trabajo, vehículos y embarcaciones.
En agosto, el gobierno provincial anunció que las reglas para el consumo serán las mismas que hasta el momento se aplican al cigarrillo.
Bajo la actual legislación, en Ontario sólo se puede fumar marihuana en residencias privadas. Los dueños de viviendas de alquiler y las juntas directivas de condominios tienen la autoridad de restringir el uso o prohibirla en sus propiedades.