OSCAR VIGIL / TORONTO /
Sin duda los resultados del Censo del 2016 dado a conocer por Estadísticas Canadá este año no le hacen honor a los números reales de la comunidad hispano-latinoamericana en Canadá. Las razones son muchas, de método y de auto identificación, sin embargo, más allá de las cifras, anecdóticamente es más que evidente que la comunidad proveniente del otro lado del Rio Bravo está más pujante que nunca en Canadá
Según los datos del Censo del 2016, en Canadá únicamente habitan 674,640 personas que se auto identifican como poseedores de raíces hispano-latinas. La historia no es nueva, sucede cada cinco años, es decir, cada vez que se censa a la población. Pero ¿dónde está el problema? ¿Es que la entidad estatal no nos cuenta bien? ¿O será que nuestra comunidad no se auto identifica adecuadamente? Lo más probable es que la respuesta sea una combinación de ambas opciones.
Duberlis Ramos, Director Ejecutivo del Consejo de Desarrollo Hispano (HDC), ejemplifica claramente este problema al tomar como ejemplo los números que Estadísticas Canadá ha asignado a la comunidad ecuatoriana.
“Los ecuatorianos llegaron a Canadá frente al primer cambio migratorio en el año 1958, y lo que yo veo es que es una comunidad muy grande. Incluso, personeros de la comunidad ecuatoriana han llegado a hablar de números ubicados en cientos de miles de personas, pero el censo lo que esta contado en este momento es solamente 11,485 ecuatorianos en todo Canadá, lo cual me parece un número extraordinariamente bajo”, dice.
Según esta entidad comunitaria, los números reales rondan un poco más del millón de hispanos en todo el país, sin embargo, no se ve claro el proceso para lograr que como comunidad nos contemos bien y nos cuenten bien.
No obstante estos números estadísticamente tan bajos, las actividades políticas, sociales, culturales, religiosas, deportivas, etc., etc., etc., que se ven diariamente en la comunidad refuerzan la noción de una comunidad mas grande que aporta a Canadá en las diferentes áreas de la vida nacional.
Y una de ellas es en la política, porque, aunque la fuerza no se ve en numerosos oficiales hispanos electos, si se reconoce en la enorme cantidad de miembros de la comunidad que ocupan posiciones importantes tanto en los tres niveles de gobierno del país como también en prácticamente todos los partidos políticos.
Uno de los representantes probablemente más destacados de la comunidad es el diputado de origen argentino Pablo Rodríguez, quien ha estado trabajando estrechamente con la comunidad en las áreas de patrimonio y participación cívica, y que en el mes de febrero de este año fue designado por el Primer Ministro Justin Trudeau como jefe de la bancada de gobierno en el Parlamento federal.
Desde entonces, justo detrás del Primer Ministro Justin Trudeau, en el Parlamento Federal, tiene un asiento asignado un canadiense de origen latinoamericano. El diputado Rodríguez es el “Chief Government Whip”.
También hay una senadora hispana, varios diputados provinciales y concejales hispanos en diferentes provincias y ciudades del país, así como diversos candidatos que han empujado fuertemente en las pasadas elecciones.
Pero al hablar de política, los latinos no necesariamente son apasionados por la política canadiense. Mas bien les apasiona la política de sus países de origen.
Así, en Toronto hubo una masiva participación durante las elecciones generales en Ecuador a principios del año, en las cuales resultó ganador el candidato Lenin Moreno del gobernante Movimiento Alianza País.
Durante las dos rondas de votaciones la participación de los ecuatorianos canadienses fue abultada, y como resultado, la izquierda latinoamericana recibió un fuerte espaldarazo cuando eligieron como nuevo presidente al socialista Lenín Moreno.
Los chilenos canadienses también hicieron lo suyo, ya que, por primera vez en la historia, los chilenos residentes en el exterior pudieron ejercer el derecho al voto desde el país donde residen. En Toronto, votaron a favor de candidato de izquierda Alejandro Guillier.
Pero la comunidad latina no entiende la política sólo como elecciones, sino también como protestas, por lo que a principios de año organizaciones defensoras de los derechos humanos de Honduras buscaron apoyo en Canadá para promover los derechos de las mujeres, y ya en diciembre, para pedir que Canadá exija elecciones justas en su país de origen ante el aparente fraude cometido por el actual partido de gobierno en las elecciones de noviembre.
Los venezolanos en Toronto por su parte también protestaron en diversas ocasiones, pero estos, contra las elecciones para nueva Asamblea Constituyente que se llevaron a cabo hace varios meses en medio de una fuerte confrontación entre el gobierno y los partidos de oposición.
Estas protestas se dieron en un momento en que se dio a conocer que el número de solicitantes de refugio en Canadá de origen venezolano ha tenido un aumento constante durante los últimos tres años.
Los eventos culturales también estuvieron a la orden del día, con exhibiciones de pintura, de esculturas, teatro, cine, danza, música y mucho más. Mención especial merece las celebraciones del Mes de la Herencia Hispano Latinoamericana en octubre, mes que estuvo sumamente ocupado en todas las áreas culturales.
Las actividades empresariales y comerciales tampoco se quedaron atrás, pero este año que termina fueron particularmente visibles los eventos de solidaridad ante los graves desastres naturales acontecidos en varios países de América Latina. Hubo recaudaciones de fondos para los afectados del terremoto en México, de los deslaves en Peru, de las inundaciones en Republica Dominicana, Cuba y Puerto Rico, entre otras, y para el 16 de diciembre esta programada otra a favor de los niños que huyen de la violencia en Centro América.
No hay duda de que los hispanos en Canadá poseen un gran corazón, pero también un gran intelecto, y esto fue reconocido en el mes de noviembre por el alcalde de Toronto, John Tory, durante la premiación a diez hispanos que influyen en la sociedad canadiense.
Hablando en español, John Tory abundó sobre las características y los aportes que los inmigrantes provenientes de los más de 20 países de América Latina han traído a la ciudad. La comunidad hispana es una comunidad muy laboriosa, y también muy divertida, bromeó el alcalde.
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MP Pablo Rodríguez en su oficina de Chief Government Whip
La comunidad hispana es una comunidad muy laboriosa, y también muy divertida, bromeó el alcalde de Toronto John Tory