REDACCIÓN / TORONTO /
Al ordenar su extradición a Estados Unidos, la corte en Alberta dijo que la evidencia mostraba que el exmilitar fue uno de los oficiales al mando que decidieron el asesinato de los aldeanos y que “participó activamente en los asesinatos con un mazo, una granada y un arma de fuego”.
El gobierno canadiense dijo en documentos judiciales que Jorge Vinicio Sosa Orantes ocultó su papel en una masacre en 1982 cometida por soldados guatemaltecos cuando solicitó la ciudadanía canadiense una década más tarde. Él es uno de cuatro exmilitares arrestados por las autoridades estadounidenses en el 2010 por acusaciones de participar en la masacre de más de 200 personas en el pueblo Las Dos Erres.
Sosa, de 59 años, cumple ahora una sentencia de 10 años de prisión por fraude de inmigración en Estados Unidos, donde también obtuvo la ciudadanía hasta que le fue revocada en el 2014.
Sosa fue arrestado en Canadá en el 2011 y extraditado a California, donde fue enjuiciado por mentir sobre su participación en la matanza en sus formularios de naturalización. Salió de Guatemala en 1985 y solicitó asilo en Estados Unidos, diciendo que escapaba de las guerrillas.
Cuando se le negó el asilo, llegó a Canadá, donde se hizo ciudadano. Más tarde se casó con una ciudadana estadounidense, recibió la residencia permanente en Estados Unidos y solicitó la naturalización en el 2007.
Sosa era un teniente del ejército guatemalteco en el tiempo de la masacre. En su juicio, otro exmilitar acusado dijo que Sosa disparó su fusil y lanzó granadas contra aldeanos que gritaban dentro de un foso. La masacre quedó impune durante años, incluso después de que las autoridades en Guatemala emitieron 17 órdenes de arresto. En el 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos demandó que el país enjuiciara a los perpetradores.
Se espera que Sosa sea deportado a Guatemala cuando concluya su sentencia en Estados Unidos.