REDACCIÓN / TORONTO /
Los estereotipos son ideas preconcebidas acerca de cómo son o cómo deben ser las personas y qué podemos esperar de grupos de personas a quienes les hemos adjudicado determinadas características.
Ese fue precisamente el tema que Latin@s en Toronto, en el marco del proyecto de diálogo intergeneracional Vidas que Cuentan, presentó en una de las jornadas del Campamento de Verano Jóvenes Amautas que el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la Universidad de York, organizó junto a Teach2Learn.
A través de una serie de imágenes que forman y/o han formado parte de la experiencia diaria de millones de personas (señales de tránsito, cajas de juguetes, viñetas en la prensa, tapas de revistas), se invitó a los jóvenes a observar críticamente el modo en que los estereotipos se transmiten y el modo en que las personas mismas contribuyen a perpetuarlos.
Los estereotipos elegidos para el análisis fueron los vinculados al género, a la etnicidad y a la edad, ya que son, precisamente, los que permean la vida diaria tanto de los jóvenes como de los adultos mayores y es a través del diálogo entre diferentes generaciones que mejor se pueden apreciar los efectos perversos y prologados que tienen sobre el cuerpo social y sobre el cuerpo, la vida y el futuro de cada persona.
Los estereotipos son ideas que, en mayor o menor medida, consciente o inconscientemente, muchísima gente comparte y contribuye a transmitir y que, de ese modo, permanecen en el imaginario colectivo durante períodos de tiempo que se pueden medir en décadas, cientos e incluso miles de años.
El mecanismo cerebral por el cual se anula toda necesidad de conocer al otro y se sustituye por concepciones que se han enseñado y que han aceptado acríticamente, puede parecer absurdo (y en gran medida lo es), pero seguramente, en los inicios de la vida como especie, tuvo una utilidad cierta.
Hace decenas de miles de años, que los miembros de un grupo compartieran el modo de reaccionar frente a los miembros de otros grupos y que esos modos de reaccionar estuvieran ya definidos en forma de pre-conceptos y se transmitieran en forma de valores culturales de generación en generación, probablemente cohesionaba los colectivos, les daba una identidad que los distinguía de los otros y quizás los preparaba mejor para enfrentar situaciones de incertidumbre.
Sin embargo, a medida que las sociedades humanas fueron expandiéndose y complejizándose, esos mecanismos que fijan los comportamientos y aceptan los preconceptos y los prejuicios respecto a los demás como verdades incuestionables, se fueron transformando en poderosas herramientas de poder y sometimiento, en tanto contribuyen a mantener el status quo y a crear, a través de agresiones simbólicas o violencia desatada, las fronteras artificiales entre un “nosotros” a enaltecer y defender y un “ellos” a estigmatizar, menospreciar y excluir.
Lo materiales utilizados en la presentación del Taller-Seminario Estereotipos y Microagresiones, y la información completa sobre sus contenidos están accesibles en la página web del programa de diálogo intergeneracional Vidas que Cuentan (www.latinasentoronto.org), que Latin@s en Toronto lleva adelante con financiación de New Horizons for Seniors y el apoyo del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Toronto.