VILMA FILICI / TORONTO /
¡Felicitaciones!, Tenemos nuevo gobierno. Sin embargo, eso no significa que nos podemos relajar y esperar a que las cosas cambien por sí solas. Ahora que ya terminó la campaña electoral y que están definidos los balances de poder, debemos mantener la presión y asegurarnos de que las promesas que se hicieron durante los últimos meses realmente se materialicen.
Particularmente, yo recomiendo que como comunidad estemos vigilantes del cumplimiento de las siguientes promesas electorales en materia migratoria hechas por el ahora ganador Partido Liberal a través de su líder, el nuevo Primer Ministro Justin Trudeau.
PROMESA: Duplicar el presupuesto para los patrocinios de familiares. Los patrocinios de familia están tomando demasiado tiempo. En algunos países el patrocinio de parejas se está tomando hasta 4 años y desde dentro de Canadá se está tardando un mínimo de 27 meses. Los patrocinios de padres y abuelos están tomando entre 7 y 12 años. Es incongruente con los objetivos de la reunificación familiar el tener esposos separados por cuatro años y tener que esperar más de 10 años para lograr reunificarse con los padres y abuelos.
PROMESA: Duplicar el número de padres y abuelos que se pueden procesar anualmente: pasar de 5,000 a 10,000. Este es un cambio necesario ya que los patrocinios de padres y abuelos prácticamente se han convertido en un deporte: Todos corremos para ver quién llega entre los primeros 5,000 para asegurarnos de poder procesar los casos de nuestros seres queridos.
PROMESA: Restaurar la edad mínima de los hijos dependientes a los 22 años. Desde Agosto del 2014 la edad de los hijos dependientes bajó de los 22 años a los 19 años, y se ha quitado también la dependencia de los hijos que estudian y que son totalmente dependiente de sus padres. Es importante resaltar que para muchas comunidades inmigrantes los hijos no son independientes de los padres hasta que no tienen su propia seguridad económica y su propia familia. De hecho, muchas familias han decidido no continuar con el trámite de residencia en Canadá porque no podían incluir a sus hijos mayores de 19 años en sus solicitudes. Es importante reconocer los valores de nuestras comunidades inmigrantes con respecto a nuestra definición de familia.
PROMESA: Puntos adicionales bajo el programa “Express Entry” para quienes tienen hermanos en Canadá. Este es un buen comienzo, pero no deberían limitar el puntaje adicional solamente para solicitantes que tienen hermanos sino que debería darse puntaje adicional en una concepción más amplia para quienes tienen parientes en Canadá, porque es indiscutible que las personas que tienen familiares o parientes en Canadá encuentran su transición y establecimiento en este nuevo país mucho más fácil que las personas que no tienen ningún tipo de apoyo. Esto obviamente también reduce los gastos de los programas de asentamiento al gobierno.
PROMESA: Eliminar los $1,000 que se deben pagar cuando se hace una solicitud para la obtención de un Labour Market Impact Assessment para trabajadores que vengan bajo el programa de “Caregivers” a cuidar a personas que tengan enfermedades mentales o físicas. En este punto realmente se debería quitar los aranceles para cualquier persona que necesita emplear un “caregiver”.
PROMESA: Aumentar el número de refugiados de Siria a 25,000 y traerlos cuanto antes por medio de patrocinios por parte del gobierno. Esta promesa se debería cumplir con la lógica de traer a las personas en un periodo de dos o tres meses, que es cuando se tendrían los chequeos de seguridad terminados. También sería importante que se relajaran los programas de patrocinios por parte de instituciones y del grupo de cinco, para que puedan llegar a Canadá más personas cuyas vidas están en peligro en sus países de origen.
PROMESA: Restaurar los beneficios federales médicos para los refugiados, los cuales fueron eliminados por el gobierno conservador. La Corte Federal determinó que estos servicios debían ser restituidos ya que eran considerados como un tratamiento cruel e inhumano hacia los refugiados. El gobierno del ahora ex Primer Ministro Stephen Harper no obedeció a la Corte sino que apeló la decisión. Con la llegada del nuevo gobierno, este cambio se debe implementar de inmediato, y además también se les debería restaurar el permiso de trabajo a los refugiados que vienen de países que aparecen en la lista de países seguros.
PROMESA: Establecer un panel de expertos en derechos humanos para determinar qué países deben ser designados países seguros. En esta temática, lo que realmente tendríamos que pedir a nuestro nuevo gobierno es que en vez de crear un panel de expertos debería eliminar la lista de países seguros, ya que mientras esa lista exista, los refugiados de esos países no tendrán una audiencia justa como es requerido por ley. Esto es así porque sus casos serán evaluados bajo una nube de dudas, dado que serán prejuzgados por provenir de un país que está dentro de esa lista.
PROMESA: Para las personas que han vivido en Canadá antes de obtener la residencia permanente, ya sea como estudiantes internacionales, refugiados o trabajadores temporales, restaurar el darles crédito por un año después de haber vivido por dos años antes de ser residentes. Esto implica un cambio a la ley C-24.
PROMESA: El Partido Liberal prometió que de ganar las elecciones la derogaría la Ley C-24. Hay que recordar que en el momento en que se presentó este proyecto de ley C-24, el Partido Liberal en su totalidad votó en contra. Y a pesar del rechazo del Partido Liberal y del partido Nuevo Demócrata a esta ley, “entró en vigencia a principios de este año, y convirtió a millones de canadienses nacidos en el extranjero (o cuyos padres o abuelos nacieron en el extranjero) en ciudadanos de segunda clase”. Esto implica que con la vigencia de esta ley, el ser ciudadano canadiense ya no da garantías.
En conclusión, definitivamente la dinámica migratoria en Canadá deberá cambiar con la elección de Justin Trudeau como nuevo Primer Ministro, quien, según él mismo lo dijo la noche del triunfo, escuchó a la sociedad canadiense y plasmó sus necesidades en la plataforma liberal.
Ahora, es tarea nuestra asegurarnos de que, una vez asuma el poder, nos continúe escuchando y cumpla a cabalidad con todo lo que nos prometió para ganar nuestro voto. Es su deber y es nuestro derecho.