GILBERTO ROGEL / TORONTO /
Cambiar una costumbre o una conducta en una persona en una tarea bastante difícil, ahora bien intentar hacerlo en una población todavía es más complicada; sin embargo, es factible siempre que se acompañe con un fuerte trabajo de base.
El tópico que nos interesa es que la mayoría de las personas originarias de los países de Latino América crecimos bajo la sombra de los sistemas políticos presidencialistas, es decir el Presidente del país o la república, como sea el caso, es la persona quien ha obtenido el mayor porcentaje votos y por lo tanto tiene “luz verde” para ejercer su mandato político por los años para los que fue elegido. Ahora bien, la situación es diferente cuando hablamos del caso federal en Canadá.
Antes que nada debemos aclarar como punto clave, que en este país usted amigo lector no vota directamente por el Primer Ministro, como la persona que encabeza el gobierno federal, su voto está destinado única y exclusivamente para elegir al representante político de su distrito electoral (riding, por su nombre en Inglés).
Por lo tanto si usted es simpatizante de uno de los partidos en contienda (azul, rojo, naranja, celeste o verde) y quiere que el líder de este partido sea el próximo Primer Ministro, el partido de este debe obtener más escaños (338 en total) que los otros en el Parlamento Federal o House o Commons, y así convertirse en el nuevo jefe del gobierno federal, que puede ser un gobierno minoritario- como ya ha pasado en otros años- o ganar por los menos 169 parlamentarios y ser un gobierno en mayoría –como fue este el de los últimos cuatros años.
Como usted podrá analizar ahora estamos exactamente a un mes para la nueva elección federal y hasta la fecha la carrera esta tan cerrada “codo a codo” que las principales casas encuestadoras y los más influyentes medios de comunicación no se aventuran a pronosticar quien será el nuevo Primer Ministro, lo que sí es claro es que nadie quiere cometer errorcitos que les cueste valiosos votos en cualquier riding.
Y parece ser que quien está cometiendo más errores, hoy más que antes, es el partido de Stephen Harper; el paso de los años y el peso de los desaciertos político-económicos están provocando que cada día los Conservadores pierdan más terreno. Ha sido evidente, como lo ha reseñado los principales medios informativos, que la nueva crisis migratoria en Europa y, en particular, la floja y tibia respuesta de este gobierno ha enfurecido a los votantes, muchos de ellos venidos a Canadá como parte de las múltiples olas migratorias de los últimos años.
Nadie tiene asegurado nada por el momento, cerrarse a nuevas experiencias y dejar que otros voten, dígase decidan, por usted seria una completa lastima, es tiempo de cambiar nuestro chip y hacerle un “update” de tal forma de mejorar nuestro conocimiento sobre la política nacional –ventajas y desventajas- y a la vez demandar de nuestros representantes locales acciones y respuestas concretas a muchas de las demandas de los votantes, solo así haremos de esta nación el país que queremos.