VILMA FILICI / TORONTO /
Por favor, no me venga con una historia triste si ha sido usted mismo quien ha creado el problema. Dada la naturaleza de su queja y sus acciones, queda claro que usted no está agradecido por lo que tiene, por la ayuda que ha estado recibiendo a lo largo del camino y por las personas que le han estado ayudando.
Hay miles de personas en una situación similar a la suya en todo el país, personas que trabajan muy duro, que respetan la ley, que aprecian a las personas que les ayudan y que contribuyen enormemente a la economía del país, incluso si se trata de la economía informal. Ellos están llenando los puestos de trabajo que hay en demanda para mantener a flote las industrias, están cuidando a nuestros niños y ancianos, lo cual nos permite a muchos poder ir a nuestro trabajo todos los días sabiendo que tenemos a alguien en quien podemos confiar el cuidado de nuestro hogar.
Yo personalmente, durante muchos años, he estado presionando para que el gobierno decrete una regularización de los trabajadores indocumentados, y en esa lógica, definitivamente debo tratar de ayudarle, independientemente de sus acciones. Pero siento la necesidad de dejar algunas cosas en claro con la esperanza de que también ayude a otros a entender cómo es que funcionan las cosas en Canadá y con ello evitar ser arrestados y eventualmente deportados.
Definitivamente no es aceptable para cualquier persona, y especialmente para alguien sin estatus legal en Canadá, entrar en una tienda, tomar algo y salir sin pagar. La explicación “se me olvidó pagar” no ayuda. Robar en una tienda es un acto criminal por el cual usted puede ser arrestado, acusado de un delito y condenado a pasar un tiempo en la cárcel, al final del cual con toda seguridad las autoridades de inmigración van a darle una orden de expulsión. Y dado que usted tiene una condena criminal, será muy difícil lograr que pueda regresar a Canadá.
Similar situación sucede en las relaciones de pareja. Para aquellos de ustedes, indocumentados, que han encontrado el amor con un ciudadano canadiense o con una residente permanente, no deben discutir hasta llegar al punto donde hay abuso verbal que haga que la pareja se sienta amenazada y necesite pedir ayuda a las autoridades para garantizar su seguridad. Estas acciones darán lugar a que las autoridades se involucren y usted termine con un cargo criminal, la posible condena, y como resultado sea arrestado por la Agencia de Servicios de Frontera (CBSA). Incluso si usted se reconcilia con su pareja y esta quiere casarse y patrocinarlo, su condena jugará un papel negativo en el proceso para obtener la residencia permanente.
Cuando una persona es indocumentada en Canadá, e incluso si únicamente es residente permanente, cualquier acusación de carácter penal o condena a nivel de tribunales de justicia o de Inmigración queda registrada automática en la red global operada por el Departamento de Ciudadanía e Inmigración, lo cual se traducirá en la participación directa de las autoridades de inmigración.
Vivir de forma indocumentada en Canadá de por sí ya es complicado, por favor, no lo complique más.
La semana pasada recibí una llamada de un empresario muy preocupado. Contrató a una mujer indocumentada para trabajar como supervisora en su negocio porque tenía la educación, la formación y el idioma que él estaba buscando. Le ha estado pagando $25.00 por hora para supervisar su pequeño negocio y ha sido su empleada durante un año y medio, pero en los últimos meses el empleador notó que la mujer no parecía muy feliz y no estaba haciendo su trabajo correctamente. Se acercó a ella y le preguntó qué pasaba, y la mujer le respondió que estaba cansada de ser explotada y que había consultado con un abogado para demandarlo por salarios no pagados y porque de acuerdo a las normas laborales ella debería estar ganando $30.00 por hora.
El empleador me dijo que ella trabaja 8 horas al día y que tiene dos descansos además del almuerzo, que son pagados. Él le da dos semanas de vacaciones al año y tres días de enfermedad pagados.
En mi opinión, esta mujer está mucho mejor que muchas personas con estatus en el país que reciben su salario con todas las deducciones correspondientes. Digo esto porque lo que la mujer no ve es que las personas que trabajan legalmente, si ganan $30.00 por hora, no necesariamente se llevan todo ese dinero a su casa dado que el empleador tiene que hacer las deducciones apropiadas como los impuestos federales sobre la renta, el Plan de Pensiones de Canadá y el seguro de empleo. Al final, esta persona podría recibir menos de $25.00 por hora.
De hecho, muchas veces les hago bromas a mis clientes indocumentados cuando son aceptados para la residencia permanente en Canadá. Les digo: “Felicidades, ahora se han unido al resto de la población canadiense que tiene que pagar impuestos”.
Otro dato interesante que surge de esta situación es que el empleado siente que no está siendo tratado con justicia, sin darse cuenta que el empleador no está obligado por ley a proporcionarle un pago específico o días por enfermedad. De hecho hay muchas personas que tienen permiso de trabajo o son residentes permanentes o ciudadanos canadienses y ganan menos que el salario mínimo y no tienen beneficios de licencia por enfermedad. Muchos van a trabajar aunque se sientan mal porque no pueden darse el lujo de perder un día de trabajo.
Otra cosa que la gente no se da cuenta es que muchos empleadores se ponen en riesgo de ser acusados de dar empleo a personas indocumentadas. El empleador podría enfrentar penas de cárcel, además de ser condenado a pagar una fuerte multa por contratar a una persona que no es residente permanente, ciudadano canadiense o que no tiene autorización para trabajar en Canadá.
Obviamente también hay empresarios que se aprovechan de los trabajadores indocumentados pagándoles por debajo del salario mínimo, haciéndolos trabajar largas horas, o maltratándolos y amenazándolos. Esa es una realidad que las personas indocumentadas viven cada día de su vida. Sin embargo, es importante diferenciar entre empresarios buenos y empresarios malos, y es importante agradecer a las personas que respetan a sus empleados, que les proveen beneficios o que incluso les ayudan con el proceso para obtener la residencia permanente.
Estimado amigo, sea agradecido si tiene que serlo, pero sobre todo, tenga cuidado con lo que hace. Su situación sin estatus en Canadá es muy delicada. Recuerde que si comete un delito, o incluso si alguien informa a las autoridades de inmigración sobre su vida en este país, usted es el que tiene más que perder.
Como dije al principio, mi trabajo es defender a los indocumentados cuando se encuentran en problemas, pero sería mejor si no tuviera que ir y ayudar a personas que se metieron en problemas simple y sencillamente porque no han usado el sentido común.