OSCAR VIGIL / TORONTO /
La Fundación Fronteras (Frontiers Foundation), una organización aborigen cien por ciento canadiense dedicada a mejorar la calidad de vida de las comunidades en desventaja en el país, llevó a cabo la semana pasada su Desayuno Anual número 51 dedicado a sus donantes y voluntarios. Todo esto, bajo la dirección de un indígena latinoamericano Aimara: Marco Guzmán.
Junto a Guzmán, que ha fungido como Director Ejecutivo de la entidad aborigen durante los últimos 18 años, participaron también canadienses de descendencia indígena de El Salvador, Guatemala, Chile, Perú, Bolivia, México y Nicaragua.
El evento fue sencillo pero significativo, plagado de música y de discursos en los cuales se resaltó la importante contribución que las diferentes comunidades de Canadá brindan para ayudar a las comunidades más necesitadas de este país, las cuales son precisamente las comunidades aborígenes localizadas hacia el norte canadiense.
“Estamos construyendo viviendas de interés social en pequeñas comunidades a lo largo y ancho de este país, empezando desde norte de Ontario, norte de Quebec, norte de Manitoba, de Saskatchewan, norte y sur de Alberta, la zona central y norte de Colombia Británica, y en los territorios del noroeste, en Yukón y en Nunavut”, explicó Guzmán.
Pero lo más importante, resaltó, es que estas construcciones y renovaciones de viviendas las hacen utilizando voluntarios, a quienes llaman “Castores”.
“Vienen de todo el país, porque hay jóvenes, tanto mujeres como varones, que desean conocer la parte de Yukón, viviendo en la parte este de Canadá, y a la inversa, hay gente que vive en los territorios del noroeste que quiere venir a la zona de Ontario, Quebec, etc. Entonces lo que hay es un intercambio”, explicó.
Pero además, la Fundación Fronteras recibe anualmente jóvenes voluntarios de prácticamente todos los países del mundo. “Este año hemos tenido 19 voluntarios que han venido de diferentes lugares, y entre ellos tenemos a una mujer de México, Oliva Fernández. En el pasado hemos tenido voluntarios de México, Guatemala, Panamá, Colombia y Bolivia, entre otros”, apuntó.
Marco Guzmán es un canadiense de origen boliviano, nacido a orillas del lago Titicaca en una población Aimara llamada Guarina, a casi 4 mil metros de altura en la Cordillera de los Andes.
Con un doctorado obtenido en la St. Francis Xavier University, en Canadá se ha destacado como dirigente del Consejo Andino de Naciones Originarias (CANO), así como también en la dirección ejecutiva de la Fundación Fronteras. Y desde ahí, invita a la comunidad hispana, particularmente a los jóvenes, para que se acerquen, brinden su aporte a la sociedad y a la vez se enriquezcan conociendo las raíces de los pueblos indígenas canadienses.
“Los jóvenes de habla hispana tienen en la Fundación Fronteras, bajo el Programa Castor, una oportunidad de viajar a lo largo y ancho de este país como voluntarios. No tienen que pagar nada, nosotros cubrimos su viaje y la comunidad provee el lugar donde van a vivir e inclusive ropa de invierno. Es toda una experiencia durante nueve meses, después de lo cual regresan y deciden qué es lo que quieren estudiar”, explicó.
Entre los asistentes de habla hispana estuvo Víctor López, de origen chileno, quien fue parte del Consejo Andino de Naciones Originarias y actualmente trabaja con el Consejo Maya Indígena de Guatemala, el cual está en el exilio en Canadá desde el año 1993.
Explicó que el trabajo desarrollado por la Fundación Fronteras “es muy importante, porque a pesar de que estamos viviendo en un país desarrollado, hay espacios donde el desarrollo no llega, y alguien tiene que poner las condiciones y hacer algo para ayudar a la gente”.