VILMA FILICI / TORONTO /
El mes de junio de este año ha sido un mes muy importante para la comunidad inmigrante en Canadá, dado que es cuando han entrado en vigor cambios sustanciales en la implementación de las leyes de Inmigración y de Ciudadanía.
Hay que recordar que algunos de los cambios a estos programas comenzaron a implementarse en el pasado año, pero algunos de los más relevantes para la mayoría, específicamente los cambios a la ley de ciudadanía, entraron en vigor el 11 de junio recién pasado.
Con la entrada en vigencia de estos cambios, para que ahora una persona pueda iniciar el trámite de ciudadanía canadiense deberá haber residido físicamente en Canadá durante un mínimo de cuatro años en un periodo de seis años.
Estos cuatro años tienen que ser de residencia física, que es también parte de los cambios, ya que antes existía la posibilidad de vivir fuera del país y que ese tiempo contara si se consideraba que para la persona Canadá era su hogar, el lugar a donde regresaba después de un viaje o después de estar ausente del país.
Con la nueva ley, la presencia en Canadá está definida. Debe ser física. Las únicas personas que pueden estar ausentes del país y para quienes ese tiempo de todas maneras les cuenta para su solicitud de ciudadanía, son quienes están trabajando con el gobierno fuera del país y su pareja, ya sea con el gobierno provincial o el federal, así como también para las personas que pertenecen a las fuerzas armadas y están fuera del país como parte del ejercito canadiense.
Pero además de haber vivido físicamente en Canadá durante cuatro años en los últimos seis años, los inmigrantes ahora tienen que asegurase de haber residido por lo menos 183 días en el país durante cada uno de esos seis años que van a contar para cumplir con los requisitos para la ciudadanía canadiense.
En este sentido, se deben hacer muchos cálculos para asegurarse de calificar. Si son personas que eventualmente viajan de vacaciones y regresan al país no van a tener problemas, pero quienes viajan frecuentemente por cuestiones de negocios probablemente van a tener un poquito más de complicaciones a la hora de hacer estos cálculos.
Otro de los cambios que entró en vigencia el 11 de junio es el requisito de presentar pruebas de que el solicitante ha enviado sus declaraciones de impuestos a la Canada Revenue Agency (CRA). Esto nunca antes se requería, pero ahora se tiene que hacer y el gobierno va a estar controlando para asegurarse de que los inmigrantes hayan cumplido anualmente con las leyes de impuestos tal y como es requerido por la ley.
Otro elemento importante de la nueva legislación es que el tiempo que la persona vivió en Canadá antes de hacerse residente permanente no cuenta para la ciudadanía. Es decir que no importa si la persona vivió diez años en Canadá como trabajador calificado antes de ser residente permanente, ese tiempo no cuenta a la hora de presentar su solicitud para ser ciudadano.
Un dato relevante de esta nueva legislación es que no hay un periodo de transición en los cambios. Es decir que la ley es efectiva desde el mismo 11 de junio, por lo que los casos que entraron a las oficinas de Inmigración y que estaban completos de acuerdo a los requisitos antes del 11 de junio, van a ser procesados por la vieja ley, pero los casos que no fueron presentado antes de esa fecha deberán cumplir con todos los nuevos requisitos.
En el área de residencia permanente, uno de los principales cambios que también entró en vigencia el 19 de junio es el que va a impactar a las personas que están haciendo el trámite para la residencia permanente por medio de un patrocinio de esposo, pareja en unión libre o pareja conyugal.
En el pasado, cuando una persona no podía ir a casarse a su país de origen por cualquier motivo, podía realizar el matrimonio a través de un poder legal o por teléfono, y ésto era aceptado por Inmigración Canadá siempre y cuando el procedimiento fuera legal en el país de origen. Ahora, estos matrimonios a través de un poder legal o por teléfono ya no son legales para Canadá por lo que ya no son aceptados.
De igual forma, el departamento de inmigración ha subido la edad de consentimiento para considerar que una pareja está casada, en una relación en unión libre o en una relación conyugal. Antes era a los 16 años de edad, pero a partir del 19 de junio es a los 18 años.
Lo que el gobierno dice es que ha introducido estos cambios para tratar de detener los matrimonios forzados que se llevan a cabo en ciertos grupos étnicos que vienen a Canadá y de esa manera proteger a las jóvenes que se ven involucradas en estas practicas. Sin embargo para muchas personas, esto no tiene sentido porque el no poder realizar un matrimonio a través de un poder legal o el subir la edad para casarse no va a parar el abuso por el que pasan muchas jovencitas en diversas culturas, ya que simplemente los pueden casar de todas maneras y esperar a cumplir los 18 años de edad para poder hacer el patrocinio.
De la misma manera, si no pueden casarse a través de un poder legal o por teléfono, en algún momento la persona interesada va a poder viajar e ir a casarse, porque cuando las tradiciones son tan arraigadas, las personas siempre encuentran la manera de lograr sus fines.
En este sentido, si bien estos cambios supuestamente fueron hechos para proteger a ciertas jovencitas, en realidad van a afectar a cualquier persona que esté haciendo un patrocinio.
Una opción para las personas que no pueden viajar a su país de origen a casarse por razones migratorias, de guerra civil o porque son refugiadas en Canadá, es presentar una solicitud por razones humanitarias. Así, se puede hacer el patrocinio como si estuviesen en unión libre o en una relación conyugal, aduciendo que no pueden estar juntos por un motivo que está fuera de sus posibilidades. Otra opción es la de juntarse en un tercer país y celebrar el matrimonio.
En general, estos cambios introducidos a partir del pasado 11 y 19 de junio definitivamente afectan a todos los inmigrantes en Canadá. Las personas que no pueden aun hacerse ciudadanos tendrán que esperar mucho más tiempo para poder ser partícipes de la vida canadiense en su totalidad, para poder votar y para poder integrarse por completo en esta sociedad. Los jóvenes enamorados y los que tengan problemas para casarse tendrán que esperar más tiempo para estar juntos y buscar formas creativas para poder celebrar su unión.