EDUARDO HARARI / TORONTO /
Con menos de un mes para el comienzo de lo que deberían ser los mejores Juegos Panamericanos en su historia debido a la diversidad de la sede Toronto, esta ciudad no sólo no enseña tener entusiasmo acerca de los juegos sino que el problema más serio es que desconoce que los juegos están siendo realizados en ella.
Hace 3 años, líderes comunitarios se acercaron al comité organizador de los juegos al igual que a todos los niveles de gobierno ofreciendo su conocimiento sobre cómo hacer un éxito de los juegos involucrando a las comunidades en ellos. El rechazo por todas las partes fue contundente y les tomó más de 2 años para incluir a un miembro de la comunidad en la directiva de ellos. El único problema es que fueron más allá y encontraron posiblemente a la única persona sin raíces en la comunidad que reside en esta ciudad.
Cómo podemos tener Juegos Panamericanos cuando más del 60% de sus trabajadores son extranjeros y sólo menos del 5% tienen algún legado a los países representados en ellos. Los organizadores de estos juegos se han dedicado a pedirle a las comunidades que trabajen como voluntarios ya que en su opinión no hay personal capacitado dentro de ellas.
Los organizadores han gastado aproximadamente más de 2.5 billones de dólares en estos Juegos y todavía no se ve señal alguna de que los juegos se están realizando. Los medios de comunicación raramente hablan de ellos y cuando lo hacen es para hablar sobre sus problemas ya sea económicos o logísticos.
Yo me pregunto cómo los genios del mercadeo de estos juegos plantean atraer gente a los juegos sin publicidad en los medios étnicos o en el extranjero. La única forma de publicidad la ubicaron en medios ingleses cuando el idioma oficial de los juegos es el español.
Realmente es una vergüenza hacia las comunidades lo que han hecho de los juegos, que son el símbolo deportivo y cultural de nuestro hemisferio. Termino haciendo una pregunta muy simple; Si en Canadá existen y viven Atletas de las comunidades que representan la esencia de los comicios deportivos; ¿No serian ellos los perfectos embajadores para invitar a sus comunidades a participar en ellos?