Inician campaña a favor de escritor y trabajador comunitario Luis Alberto Mata

LuisMataCampania20151 GILBERTO ROGEL / TORONTO /
“La paciencia es virtud, pero tiene límite” dice con humildad Luis Alberto Mata, quien por 12 años ha esperado el estatus de Residente Permanente en Canadá. Una paradoja, pues Luis es apreciado en Toronto por ayudar con éxito a centenares de inmigrantes y refugiados en sus solicitudes. Desde 2009 prepara a quienes presentan examen de ciudadanía, liderando este programa del Centro Menonita Nueva Vida.

Lo irónico, como dice el profesor –conocido así por sus amigos– es que Inmigración reconoció la legitimidad de su caso y lo declaró persona protegida en Canadá, sin embargo, hasta hoy las autoridades no han presentado razón válida para prolongar su proceso de residencia.

Desde su llegada a Toronto Luis se vinculó a organizaciones contra la pobreza y de ayuda a inmigrantes. Es activista por la paz y justicia social, y solidario con causas democráticas.

En Colombia Luis escribió sobre conflictos rurales, origen de la guerrilla y del conflicto armado que cumple medio siglo; documentó violaciones de derechos humanos y crímenes como el exterminio del partido político de oposición Unión Patriótica. En ese tiempo junto a su familia sufrió amenazas, desplazamiento forzado e incertidumbre, pese a todo participó activamente en la denuncia de los responsables.

Ejerció entre 1995 y 97 el cargo de consejero de paz de la gobernación del Valle del Cauca a nombre de una coalición liderada por el gobernador Germán Villegas. Su formación de profesor le llevó a través de proyectos educativos a viajar y estar en contacto con la realidad de su país.

Los peligros que acarrea ser escritor y defensor de derechos humanos en Colombia forzaron a Luis Alberto Mata y su familia a solicitar refugio en Canadá, país al que fue invitado por un profesor de la Universidad de Toronto a presentar su libro sobre crímenes contra la UP. Para ese entonces habían sido asesinados más de cuatro mil líderes de ese partido político.

En Colombia es común etiquetar activistas de derechos humanos como cómplices de la guerrilla, plantean diversas fuentes. “Los ataques contra activistas de derechos humanos en Colombia tienen un doble propósito: silenciar a las personas e impedir que otras continúen con su labor” afirmó en su momento Sofía Nordenmark, de Amnistía Internacional, en el año 2006.

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Luis Alberto Mata

En 2002, cuando Luis y su familia arriban a Canadá, la embajadora de Colombia, Fanny Kertzman, conocida por decir que las ONG de derechos humanos eran “idiotas útiles del terrorismo”, aparentemente había iniciado una tarea de desacreditar a la oposición. En 2004, el entonces presidente colombiano, Álvaro Uribe, nombra embajador en Canadá a Jorge Visbal Martelo, quien según diversas denuncias profundiza el descrédito hacia la UP y los activistas de derechos humanos. “La señora Kertzman y especialmente el doctor Visbal Martelo jugaron un rol determinante en mi situación de limbo, infamando secretamente mi solicitud de refugio”, asegura Luis.

En su libro sobre el genocidio contra la UP, Luis había denunciado a congresistas poderosos como Cesar Pérez García, hoy condenado por la masacre de 43 personas en Segovia, Antioquia, en 1988, aludiendo además la ligazón de sectores ganaderos y terratenientes con bandas paramilitares en Colombia. El señor Visbal Martelo antes de ser embajador había sido director de la Federación de Ganaderos. Vale mencionar que en 2012 este ex-embajador fue capturado y acusado de vínculos con bandas narco-paramilitares. En 2013 la Fiscalía General de la Nación confirmó la acusación.

“Hace 14 años, cuando escribí mis denuncias, estas personas eran respetadas, pero hoy están detenidas o prófugas de la justicia; aspiro que el gobierno canadiense comprenda quienes han sido estos personajes, y decida ignorar perversos informes en contra de mi solicitud de residencia permanente”, plantea Luis.

La esposa y el hijo de Luis ya son residentes. “Creo que mi limbo tiene que ver con razones políticas” dice el colombiano, quien apoyado por miembros de la comunidad, ha iniciado una campaña que al momento aglutina organizaciones sociales, religiosas, académicos, estudiantes y Amnistía Internacional, cuyo objetivo es estimular que las autoridades de inmigración agilicen su proceso de residencia permanente.

El nombre de la campaña es “12 Years is Enough – No more Lives in Limbo”, buscando en principio la residencia de Luis, y solidarizarse con quienes padecen situaciones semejantes. El acto de lanzamiento es el viernes 17 de abril de 2015, a las 7:00pm, en la Toronto United Mennonite Church.

En el lanzamiento de la campaña hablarán Gloria Nafziger, responsable del Refugee Network de Amnistía Internacional; Leigh Salsberg, abogada del caso; Michelle Millard, Coordinadora del Centro de Estudios de Inmigración y Refugio de la Universidad de York; Marylin Zehr, pastora de la Iglesia Menonita Unida de Toronto – TUMC; Ilian Burbano de la Alianza de Solidaridad Acción Colombia, y Red Latinoamericana de Solidaridad; el presentador será el bien conocido co-director del FCJ – Refugee Centre, Francisco Rico Martínez, quien a su vez es directivo del CCR – Consejo Canadiense de Refugiados.

Habrá comida colombiana, salvadoreña y mexicana para la venta en apoyo a la campaña, y un concierto del pianista Mark Andrew, y de violines a cargo del TUMC String Ensemble.