CAROLINA TEVES / TORONTO
Una crisis humanitaria afecta severamente a la comunidad colombiana desplazada tanto fuera como dentro del país suramericano, y grupos humanitarios urgen la atención de los gobiernos para erradicar esta situación, la cual afecta principalmente a las mujeres.
Una delegación integrada por el Consejo de Refugio de los Estados Unidos (Refugee Council of USA, RCUSA) y por el Consejo Canadiense para Refugiados (Canadian Council for Refugees, CCR) viajó recientemente a Panamá, Colombia y Ecuador con el fin de tener un acercamiento a la situación que viven los colombianos refugiados en esos países. Ambas entidades son organizaciones no gubernamentales que trabajan en defensa de los derechos de los inmigrantes.
La iniciativa surgió a raíz de la persistente crisis humanitaria que enfrentan los colombianos y los niveles de rechazo en los casos de refugio que se están registrando en los últimos años. El objetivo de la delegación fue colectar información de las condiciones en las que se encuentran los colombianos en otros países y presentarlas de manera oficial con recomendaciones.
Las recomendaciones se dan en el marco del aniversario de la proclamación universal de los derechos humanos, que 62 años después de haber sido instaurada, aún se continúan vulnerando y violentando alrededor del mundo. En el caso concreto de la comunidad colombiana, la delegación encontró un sistema de refugio disfuncional donde un 99 por ciento de la población colombiana que llega huyendo de situaciones de peligro son rechazados y deportados.
El CCR explicó que esta situación lleva a los colombianos a instalarse en Panamá sin acogerse al sistema de refugio, lo que impide la implementación de programas que Canadá podría ofrecer bajo el sistema de protección. En este sentido, la delegación canadiense propondrá que se abra un proceso de reasentamiento de colombianos que están viviendo sin papeles en Panamá hacia este país norteamericano. Ya con anterioridad el Ministro de Inmigración canadiense ofreció ampliar este tipo de programas.
Al referirse a Ecuador, los delegados afirman que la situación es diferente. El sistema de refugio es flexible pero no garantiza una situación de tranquilidad ya que los colombianos continúan enfrentando situaciones de persecución por la presencia de grupos criminales. Según las estadísticas policiacas, cada semana un colombiano es asesinado en Ecuador. Los problemas de discriminación y xenofobia endurecen las medidas migratorias que son aplicadas a los colombianos y afectan principalmente a las mujeres, negándoles la única posibilidad de tener una vida digna y con futuro. Una de las propuestas de la delegación está orientada a incrementar los programas de reasentamiento en Ecuador, que existen pero que no se les ha utilizado adecuadamente.
Para los trabajadores humanitarios la situación de los desplazados al interior de Colombia es igual o peor que los que logran salir. Según datos de ACNUR, alrededor de 7,500 desplazados han sido asesinados en las ciudades donde llegan buscando protección. Esto de debe a que los carteles de la droga, paramilitares, y otros grupos criminales están diseminados por todas las ciudades.
Un secreto a voces al interior de Colombia y que quedó resonando en los oídos de la delegación, es que la intensidad del conflicto no ha bajado sino que ha cambiado, se han modificado las formas de persecución y de ataque pero la situación de guerra se vive en todo el país. La misma situación se da con los carteles y otras bandas criminales que están diseminadas en el país, las cuales lo que han hecho es un cambio de nombre pero la persecución continúa presente y con altos componentes ideológicos
La información recopilada en los tres países será presentada bajo recomendaciones al gobierno canadiense con el fin de que intervenga a través del incremento de aceptación de refugiados desplazados. Así mismo esperan incidir en los criterios de decisión del Consejo de Inmigración y Refugio canadiense, en los casos de solicitudes de refugio de colombianos.
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