El arte digital del colombiano Alex Usquiano dice presente en Toronto

OSCAR VIGIL / TORONTO /
No hay duda que con el arribo de las nuevas  tecnologías, tanto las técnicas como los conceptos mismos de arte están variando aceleradamente. Ese es el caso del fotógrafo Alex Usquiano, quien utiliza la fotografía digital y el Photoshop como su nuevo pincel mágico para retratar al mundo.

El arte digital lleva relativamente poco tiempo en el medio, se enseña en los Colleges y Universidades, varían los procesos de producción y las técnicas, pero el concepto creativo es el mismo que por años ha utilizado el arte clásico. Por esta razón, al igual que en la pintura, la fotografía, la escultura, etc., en el arte digital también hay artistas muy buenos, mediocres y malos.

Al ver la obra de Alex Usquiano no queda duda que pertenece al primer grupo. Oriundo de Colombia, es un artista visual que integra diferentes técnicas de arte, y como el mismo lo plantea, su estilo es mejor descrito como foto-manipulación, ya que combina dibujo, fotografía y pintura digital sobre plataformas y software de diseño y edición de imagen.

Usquiano presentó recientemente su obra “Paisajes Imaginarios” en la sala de exhibiciones del Consulado de Colombia en Toronto, y el próximo 24 de octubre será la apertura de su exhibición “Mientras las Hojas Caen”, en la EVOKE Gallery (1265 St Clair Ave West).

Artista visual consumado, con formación en artes, pintura, fotografía, video y comunicaciones, explicó durante la apertura de su exhibición “Paisajes Imaginarios” que lo que estaba presentando era una muestra fotográfica y de arte digital que tiene que ver con los nuevos lenguajes, “con los lenguajes digitales, que son una tendencia un poco nueva, aparece con la fotografía digital, es un salto que da de lo análogo a lo digital. Es pensado desde ahí, desde una propuesta contemporánea”, explicó.

La técnica que utiliza es fotografía en estudio y en eventos de la naturaleza, es decir que emplea tanto trabajos en exteriores como en estudio, y los plasma sobre lienzos.

La fotografía es un arte, y el dibujo otro completamente distinto y complejo, y estos dos tipos de arte Usquiano los maneja de forma digital: con cámara fotográfica y con tableta digital, es decir que dibuja y pinta digitalmente.

En esta exposición presentó las series “Si Dios fuera mujer” y “Musa Enferma”, y en la primera, que está basada en un poema de Mario Benedetti del mismo nombre, básicamente lo que plantea es esa interrogante: ¿qué pasaría si Dios fuera Mujer?

“Empiezo a trabajar sobre esa pregunta, todo es fotografía, los animalitos (que incluye una de sus obras) están puestos en el estudio, la modelo está en el estudio, el jardín es el jardín de la casa, etc. Lo que hago es construir, bajo el concepto de qué pasaría si Dios fuera mujer. Aquí hay un tema muy ecológico de protección, la parte materna, la parte de protección femenina, de la madre naturaleza”, explica.

Uno de sus cuadros efectivamente refleja una mujer en el jardín del edén con los animales de la creación caminando a sus pies, mientras que otra presenta un trozo de la tierra sobre los hombros de otra mujer.

“Musa Enferma” por su parte “son retratos un poco internos que hablan de opresión, de locura, de estados internos del alma pero recurriendo a la oscuridad y a unos estados del alma que son necesarios y vitales para poder crear”, explica.

Sin embargo, su niña consentida en esa exposición se llama “Música” que es precisamente lo que Usquiano hace: “Recurro a la forma femenina con una cuota de imaginación y con una cuota de música”.

Describe que para la creación de esta obra inicialmente hay una foto, que es la modelo, “una mujer que está posando en estudio, y cada uno de los otros elementos de la obra están tomados aparte: hay un corno francés, un piano, unos relojes, un clarinete un saxofón, unas maquinarias de reloj, un pájaro, un televisor, y la mujer tiene en la mano una flor que es típica de Latinoamérica”.

“Todas esas fotos se toman y lo que yo hago es componer, recortar y componer, el fondo, la textura, pincelazos, rayones para darle cierta intención”, apunta.

En su extensa obra abundan también los problemas sociales y políticos, como una serie que realizó cuando estuvo internado en la amazonia colombiana haciendo trabajos con niños, ensenando pintura, y estuvo contacto con los pequeños y con los chamanes.

“Es un sentido común ecológico y social, quiero que la gente entienda que tenemos espacios muy bellos para cuidar, aunque cada quien interpretará lo que tiene en su mente, la obra está libre a interpretación y a critica”, acota.

Interrogado sobre si está satisfecho con su obra, expresa que “para llegar a donde uno quiere llegar hay que trabajar duro, decir que hacer arte es fácil es decir una mentira, todo requiere trabajo, pero si se sueña se logra. Soy nuevo en Canadá, este es un primer paso, y que bueno que Canadá me reciba de esta manera”, expresó.