OSCAR VIGIL / TORONTO /
De 15,466 potenciales votantes que viven en todo Canadá, únicamente concurrieron a las urnas 4,381, lo que representa sólo el 28.32 por ciento del total. Y la mayoría de quienes lo hicieron, marcaron su voto a favor del candidato Óscar Iván Zuluaga, del Centro Democrático Mano Firme Corazón Grande.
Si se busca un ganador, en Canadá ganó la apatía. De nada sirvieron los intensos llamados para que los canadienses de origen colombiano participaran en las cruciales elecciones para Presidente y Vicepresidente de Colombia, las cuales se llevaron a cabo el domingo pasado y que finalizaron prácticamente con un empate entre los candidatos del gobernante partido Unidad Nacional, Juan Manuel Santos Calderón, y el opositor Centro Democrático Mano Firme Corazón Grande, Óscar Iván Zuluaga.
Zuluaga, quien es acusado de ser el delfín del expresidente Álvaro Uribe, obtuvo un total de 29.25% de todos los votos válidos, mientras que Santos, el actual mandatario del país suramericano, se agenció el 25.69% de la votación, lo que los obliga a concurrir a una segunda ronda electoral que se llevará a cabo el próximo 15 de Junio.
A pesar de ser una elección crucial dado que de la misma depende la continuación o no del proceso de diálogo de paz con las guerrillas de las FARC, el nivel de abstención total en Colombia fue de alrededor del 60 por ciento. Entre los votantes colombiano canadienses, sin embargo, la abstención llegó aun a niveles más altos: alrededor del 72%; y la ubicación de las preferencias fue distinta a la dinámica global.
En Canadá, Zuluaga, quien se opone fervientemente al proceso de pacificación del país iniciado por Santos, se agenció el primer lugar en las preferencias electorales de los colombianos que viven en este país, con 1,352 votos que equivalen al 30.91% de todos los votos válidos. El segundo lugar le correspondió a Enrique Peñalosa, del Partido Alianza Verde, un partido ecologista pero con vínculos con sectores conservadores, con 1,179 votos (26,96%), y el tercero para el actual gobernante Juan Manuel Santos Calderón, con 688 votos (15.73%).
El cuarto lugar de preferencias en Canadá le correspondió a la candidata Clara López, de la coalición de izquierda Polo Democrático Alternativo y Unión Patriótica, con 592 votos (13.53%), para dejar en el último lugar a la candidata del Partido Conservador Colombiano, Martha Lucía Ramírez, con 253 votos que equivalen al 5.78%.
Claudia Montoya, Presidenta de la Casa Cultural Colombiana, en Toronto, no fue a votar el domingo. Asegura que ese es un deber cívico que le corresponde principalmente a sus paisanos que viven en su país de origen ya que son ellos quienes al final tendrán que lidiar con una buena o mala escogitación de gobernantes.
No obstante dice que sigue muy de cerca los acontecimientos en el país que la vio nacer, y en su opinión el evento electoral del domingo fue muy pobre. “El grado de abstención fue muy alto, lo que quiere decir que estamos carentes de un liderazgo y que la gente no está conforme con ningún candidato, y me parece triste que el país prefiera no votar, no decidir”, aseguró.
En su opinión, el proceso de paz iniciado por el actual presidente está jugando un papel muy importante en el debate nacional, sin embargo considera que la discusión se concentró alrededor de los candidatos.
“La gente estaba más concentrada en la capacidad y la credibilidad que tienen los candidatos que se postularon, y la votación fue muy clara. Primero, muy pobre, porque sólo votó un 40 por ciento, y segundo, el resultado fue muy cercano, lo que quiere decir que estamos muy divididos y tenemos que ir a una segunda ronda, porque no hubo una decisión clara de los colombianos respecto a quien postular como líder”, explicó.
Por su parte, Freddy Vélez, periodista de origen colombiano que ha dado una fuerte cobertura al proceso electoral en su país de origen a través de CIRV Radio, coincidió en que el gran ganador de esta primera vuelta fue el abstencionismo.
“Se necesita más conciencia política, mas cultura política de parte de los colombianos, y tomar la responsabilidad de determinar el rumbo del país, porque es sólo un 30 por ciento de los colombianos quienes están decidiendo, bien o mal, quien va a regir los destinos del país”, apuntó.
Explicó que el nivel de abstencionismo en las últimas décadas ha sido de entre el 50 y 60 por ciento, lo cual es un indicador de que no se ha hecho ningún esfuerzo serio de parte de la clase política o de las organizaciones cívicas para hacer más conciencia entre la población sobre la importancia del voto.
Vélez pronostica una segunda vuelta bastante cerrada, en la cual la gente podría ser motivada a votar porque crea que lo que el actual presidente Santos ha planteado es cierto, de que será un momento definitivo porque se estará escogiendo entre el miedo y la esperanza, o entre los que quieren el fin de la guerra y los que quieren la guerra sin fin.
Esto, porque el actual mandatario ha caracterizado que lo que quiere Zuluaga es dar un gigantesco pasó atrás en el proceso de paz del país, obligando a que las FARC se retiren de la mesa de negociaciones y vuelva la guerra sin fin a Colombia.
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