Las dos caras de la moneda del aumento al Salario Mínimo

OSCAR VIGIL / TORONTO /
La Premier de Ontario, Kathleen Wynne, anunció el incremento al salario mínimo de $10.25 a $11.00 la hora a partir del 1 de junio. Los trabajadores y organizaciones comunitarias exigen que sea elevado a por lo menos $14 la hora, pero ya los empresarios anuncian recortes de horas, de personal y aumento de precios.

Juan, un canadiense de origen latinoamericano que tiene una pequeña compañía de limpieza, es el encargado, una vez a la semana, de limpiar los amplios vitrales de un restaurante en la calle Yonge, muy cerca del emblemático Eaton Centre. El contrato con este restaurante y con otros a través de la ciudad, le generan los ingresos necesarios vivir dignamente junto a su esposa y sus dos pequeños hijos.

Juan está informado sobre el próximo aumento al salario mínimo en Ontario, que de $10.25 la hora pasará a $11.00 la hora a partir del 1 de Junio de este año, pero piensa que esto no le afectará dado que los contratos que tienen funcionan por montos fijos y no por número de horas trabajadas.
Juan está equivocado. El aumento al salario mínimo que beneficiará a miles de trabajadores, repercutirá sin embargo negativamente en su bolsillo, ya que cuando menos uno de sus clientes prescindirá de sus servicios.

“Después de que la Premier hizo el anuncio del aumento al salario mínimo, en el restaurante donde yo trabajo estaban decidiendo si eliminaban horas del personal o si incluso eliminaban personal, pero al final decidieron que ya no iban a contratar a la persona que limpia los vidrios y que ahora vamos a ser nosotros quienes los limpiemos”, explicó un  jovencito que trabaja precisamente en el restaurante donde Juan tiene su contrato.

Reducciones en horas de trabajo, aumento a los precios de los productos e incluso despidos, son las reacciones que se han escuchado de algunos empresarios de la provincia que consideran que el reciente ajuste salarial les va a afectar negativamente en sus empresas.

La Premier Wynne anunció recientemente el aumento salarial, el cual a partir de este año irá en aumento en concordancia con  los niveles de inflación de la provincia. No obstante, el nuncio se quedó corto en relación con los $14.00 por hora que proponen diversas organizaciones sindicales y comunitarias que se enfocan en los temas de empleo.

Según el Workers Action Centre, uno de los principales promotores del aumento, con un salario mínimo de $14.00 la hora los trabajadores sí efectivamente estarían un 10 por ciento por arriba de la línea de pobreza.
Luis Mata, trabajador de asentamiento del Centro Menonita Nueva Vida, quien trabaja el área de empleo con trabajadores hispanos, apoya plenamente los postulados del Workers Action Centre.

“El aumento a $11.00 es insuficiente. Yo trabajo en un gran porcentaje con la comunidad hispana y sé que este incremento es muy precario para las difíciles circunstancias que vive la comunidad, y en general para cualquier trabajador”, aseguró.

Explicó que para nadie es un secreto que el costo de vida ha aumentado vertiginosamente en los últimos años, lo cual se refleja no solamente en el costo elevado de los alimentos sino que también en el transporte, el vestuario, las medicinas, etc., “sin mencionar recreación y cultura, los cuales son prácticamente inexistentes, imposibles o inalcanzables para alguien que gane el salario mínimo”.

“El salario mínimo debe ser de 14 dólares la hora, por una ecuación muy sencilla: en la medida en que la gente tenga más disponibilidad económica, los negocios, las pequeñas industrias y la circulación de dinero aumentará. Es una situación en la cual ganan los trabajadores y también los comerciantes”, dijo Mata.

Sin embargo esa no pareciera ser la visión del empresariado de la ciudad, que ha anunciado que va a tomar medidas drásticas para reducir sus costo, se le planteó, a lo que el trabajador comunitario dijo que le parecía injusto que algunos empresarios hayan comentado la posibilidad de recortar empleos, “porque me parece que no están siendo conscientes de que los márgenes de ganancia deben tener un balance con los márgenes de ingresos que deben tener los trabajadores”.

“Me parece que es injusta y desproporcionada la reacción de los comerciantes y empresarios, y es aquí donde el gobierno tiene que entrar a regular las relaciones laborales y la forma como se determinan los ingresos y los salarios, porque cuando se aumenta el costo de administración para una empresa, de alguna manera también se ve reflejado el aumento en los costos de los productos que venden, y los márgenes de ganancia permanecen igual”, plantea Mata.

Es una cuestión de conciencia, se podría decir, pero también de controles gubernamentales, dos cosas que aparentemente no están en la mesa ni de los empresarios ni de los políticos en este momento.

Al final, lo único concreto es que a partir del próximo 1 de Junio los trabajadores en general comenzarán a ganar $11.00 la hora, y que a partir de ese mismo día Juan dejará de percibir varios centenares de dólares al mes con la pérdida de por lo menos uno de sus actuales empleos.

Foto de John Bonnar

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