POR FRANCISCO REYES / TORONTO /
Dos elecciones parciales se realizan esta semana en la provincia de Ontario. Las votaciones, anunciadas el pasado 15 de enero por la premier liberal Kathleen Wynne, tendrán lugar en Thornhill, un suburbio al norte de Toronto habitado principalmente por judíos, y en la ciudad de Niágara Falls, famosa por sus lunas de miel.
El escaño de Thornhill quedó vacante el pasado diciembre debido a la renuncia del conservador Peter Shurman, tras una disputa sobre gastos personales sostenida con el líder del Partido Conservador de Ontario, Tom Hudak.
La bancada de Niágara Falls, bajo dominio liberal durante una década, quedó desocupada en septiembre, también por renuncia del parlamentario Kim Craitor, causada en parte por haber criticado a su propio gobierno provincial.
Los principales candidatos de la contienda electoral de Thornhill son la conservadora Gila Martow, con un 49% de preferencia de los votos. Le siguen la liberal Sandra Yeung Racco (37%), Cindy Halckelberg , del NDP, y Teresa Pum, del Partido Verde, empatadas con un 6%, según la más reciente encuesta de Forum Research.
El muestreo de Forum en Niágara Falls arroja resultados favorables para el candidato neo-demócrata Wayne Gates, activista sindical y actual regidor en esa ciudad (38%), seguido de cerca por el ex parlamentario conservador Bert Maves (36%). Con menos preferencia están la liberal Joyce Marocco (19%) y Clark Bitter, del Partido Verde o ecologista (3%).
Tratando de contener las posibles derrotas, al tiempo que ordenaba las votaciones a mediado de enero, la premier Wynne también anunció la construcción de un hospital en Niágara Falls y prometió a los fabricantes de vino de Ontario colocar en los “liquor stores” más etiquetas locales, principalmente de las producidas en la región vinícola del Niágara.
El jueves de la semana pasada, en un recorrido por Tornhill y Niágara Falls, la premier atacó al líder del PC, Tom Hudak, de querer socavar el movimiento sindical y acusó a la líder del NDP, Andrea Horwath, de intentar rechazar el aumento de 75 centavos, que elevaría el salario mínimo de Ontario en $11 dólares a partir del próximo junio.
Sin embargo, Wynne espera que el NDP apoye el próximo presupuesto provincial, que aún no ha sido anunciado oficialmente por el gobierno de Ontario.
Si los neo-demócratas llegaran a rechazar el presupuesto, es seguro que habrá elecciones provinciales en esta primavera.
Algunos analistas consideran que, no obstante todos los empeños de la premier Wynne, la derrota del Partido Liberal es casi segura en los dos distritos electorales que esta semana van a las urnas.
Aunque el voto de los hispanos no tiene gran contrapeso en esas dos votaciones parciales, no se le resta su importancia de participar en las contiendas electorales, debido a que es uno de sus derechos como ciudadanos. Se sabe que en los distritos electorales de la ciudad de Toronto dicho voto está en aumento y podría inclinar la balanza en las elecciones municipales el próximo 27de octubre.
De los 107 miembros de la Legislatura provincial, los liberales tienen 47 escaños, conformando un gobierno de minoría. Los conservadores, con 36, y el NDP, con 20 escaños, teniendo en sus manos la balanza que podría forzar a las elecciones provinciales en primavera.
*Francisco Reyes es un periodista canadiense de origen dominicano. Puede ser contactado a reyesobrador@hotmail.com
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