Buscan detener deportación de mexicano

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Una dura lucha contra reloj libran en estos momentos familiares y amigos de Omar Quevedo Cruz, un joven de origen mexicano que llegó a Canadá hace casi cinco años y que ahora enfrenta una orden de deportación que, de concretarse, podría conducirlo a la tortura e incluso a la muerte, según afirman sus seres queridos.

“Pido al gobierno de Canadá y a todas las personas que nos ayuden, que se apiaden de nosotros. Me da miedo y me aterra que mi sobrino sea una víctima más del gobierno de México, no quiero que sea un número más, les pido por favor que se apiaden de nosotros y nos ayuden, que nos den la oportunidad de poder tener una vida aquí en Canadá”, dijo Guadalupe Rangel, tía de Omar, quien junto a sus dos hijas de 15 y 16 años está liderando el esfuerzo para detener la deportación de su sobrino.

Omar vino a Canadá el 4 de diciembre del 2008 pidiendo refugio porque temía ser asesinado en México, luego que su hermana Brenda fuera capturada y aparentemente torturada para que aceptara responsabilidad de ser parte de una banda que supuestamente secuestró y asesinó a Hugo Alberto Wallace, hijo de Isabel Miranda de Wallace, una ponderosa activista vinculada al partido de gobierno, quien fuera postulada sin éxito para gobernar el Distrito Federal en las pasadas elecciones.

Guadalupe explica que luego de la captura de Brenda, Omar fue perseguido, amenazado y maltratado física y psicológicamente con el objetivo de presionar a su hermana para que confesara un crimen que no cometió, por lo que el joven tuvo que abandonar su país de origen a fin de poder salvaguardar su vida.

“Ahora tememos que si él regresa, si es deportado a México, va a ser torturado por gente de esta señora. Tenemos evidencia porque ella lo ha venido haciendo con otra gente de México que también está pidiendo ayuda”, aseguró.

El tema del secuestro y aparente asesinato de Hugo Alberto Wallace (su cuerpo no ha sido encontrado) ha acaparado la atención de la sociedad mexicana, particularmente porque el caso fue resuelto por la madre de éste sin apoyo de la policía, y por los estrechos vínculos que ésta tenía con el entonces presidente de la República, Felipe Calderón.

“Un día después de la desaparición de su hijo Hugo Alberto, Isabel Miranda de Wallace ya tenía localizado el lugar donde asegura que lo mataron cuando intentaron secuestrarlo. En menos de 24 horas ubicó su camioneta, dio con el departamento que denunció como escenario de los hechos que la convirtieron en figura pública, y ya tenía referencias de dos de los señalados como responsables”, cita la prestigiosa Revista Proceso sobre el caso.

Pero más grave, agrega que “Documentos oficiales y testimonios de quienes están acusados por el secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace Miranda acusan a la virtual candidata del PAN al Gobierno capitalino, Isabel Miranda de Wallace, de haber incurrido en ilegalidades, incluyendo actos de tortura, al seguir el caso de su hijo. Los relatos de madres, hermanos y hasta tíos de las personas encarceladas por estos hechos coinciden en los señalamientos: la señora Wallace está utilizando el poder que le da su ‘amistad’ con el presidente Calderón y con el ahora ex procurador capitalino Miguel Mancera…”

Una de las víctimas de tortura es precisamente Brenda Quevedo Cruz, la hermana de Omar, una de las personas acusadas por Isabel Miranda de Wallace del secuestro y asesinato de su hijo, y quien lleva ya más de cuatro años en prisión preventiva esperando que sea llevada a juicio.

Brenda “fue torturada en 2010, cuando estaba presa en el penal de las Islas Marías y, por lo tanto, bajo la custodia de la Secretaría de Seguridad Pública encabezada por Genaro García Luna”, plantea el informe, agregando que “un año después la CNDH (Comisión Nacional de los Derechos Humanos) evaluó a la mujer y, de acuerdo con los parámetros del Protocolo de Estambul, concluyó que había padecido castigos crueles, inhumanos y degradantes”.

Inmediatamente llegó al aeropuerto Pearson, Omar pidió refugio, pero un año después este le fue denegado porque “aunque no es perfecta, (en México) hay protección estatal adecuada”, planteó la decisión del Consejo de Inmigración y Refugio (IRB).

“La corrupción (y deficiencias) de la policía, a pesar de que existen y son señaladas por el panel, no son generalizadas”, agregó.

Ante esta decisión, Omar pidió una Revisión Judicial, la cual también le fue negada.  Como última instancia, el pasado 10 de Octubre presentó una Evaluación de Riesgo Previo a la Deportación (Pre Removal Risk Assessment, PRRA) y una  moción para la Suspensión de la Deportación (Stay of Removal), tramites que deberán ser resueltos en las próximas horas.

“La Corte Federal dice que le creen lo que ha pasado porque se han presentado todas las pruebas, pero que ellos creen que él puede tener ayuda del gobierno mexicano, o que puede irse a vivir a otro estado, pero eso no es cierto, porque el poder de esta señora ha demostrado que puede llegar a cualquier punto de México”, insiste Guadalupe, quien tiene ya más de mil firmas de apoyo pidiendo que su sobrino no sea deportado.

El martes 15, familiares, amigos y simpatizantes de la causa se manifestaron frente a la Corte Federal en Toronto pidiendo el fin a la deportación de Omar Quevedo Cruz.