Por Vilma Filici
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TORONTO. La semana pasada me llegó un correo electrónico en francés, de una persona que me escribe en relación a una columna que salió publicada en el mes de marzo del año 2012. Dicha columna trataba sobre las leyes que en ese momento había presentado el Ministerio de Inmigración y Ciudadanía de Canadá, a fin de asegurarse de que quienes se casan con ciudadanos canadiense o residentes permanentes e inician un proceso de residencia sean personas que en realidad tienen una relación genuina con el patrocinador.
En esa columna hablé específicamente sobre los inmigrantes que abusan del patrocinador simplemente para poder obtener la residencia permanente en Canadá, y una vez que lo logran abandonan a su pareja.
La persona que me escribió aparentemente se sintió ofendida por lo planteado, ya que en su correo dice que ella se casó con un ciudadano canadiense a quien conoció en su país, se enamoró de él, la patrocinó, llegó a Canadá, y una vez que ya estaba aquí en el país fue abusada no solamente por su esposo sino que también por toda la familia de éste.
Eventualmente ella tuvo que abandonar la relación y ahora se encuentra sola en Canadá, con ganas de regresar a su país donde su familia, pero sin tener las posibilidades económicas para hacerlo. Lo que plantea es que tiene que esperar a poder reunir los fondos para regresar, y me pide que cuando escriba acerca de esas temáticas no discrimine a las personas que como ella vinieron al país verdaderamente enamoradas de sus parejas canadienses y que por razones fuera de su voluntad se vieron forzadas a separarse.
Realmente en la columna que escribí no existe ningún ataque o discriminación contra las personas que legítimamente vinieron a Canadá en una relación verdadera para unirse a su pareja que era ciudadano canadiense o residente permanente. Pero si he dejado claro que han habido personas que han llegado a Canadá con un plan bien definido de simplemente usar al patrocinador para obtener la residencia permanente, y que en ningún momento tenían intención de en realidad vivir con esa persona.
Esa ha sido una realidad que nadie puede ocultar y por supuesto que hay más personas que se involucraron en relaciones reales y que no entran en este planteamiento y por lo tanto no deben de ninguna manera sentirse agredidas.
Pero quiero aprovechar esta oportunidad para explicar que con todos los cambios que se han hecho a los programas de patrocinio por matrimonio, ahora hay cláusulas específicas que protegen a personas que como esta señora fueron o están siendo abusadas en su relación matrimonial. Esta protección es ahora disponible tanto para las personas que están siendo patrocinadas desde dentro del país y que están siendo abusadas, como también para las que llegan a Canadá ya con su residencia permanente condicional y estando aquí son victimas de abusos.
En el caso de las personas que se encuentran dentro del país y están esperando su residencia permanente, hay cláusulas de política inmigratoria que establecen que si hay algún tipo de abuso físico, emocional, psicológico, etc. por parte del patrocinador, la persona que está siendo patrocinada puede informarlo al Departamento de Inmigración. Puede dejar a su pareja, abandonar el patrocinio y explicando su situación cambiar su caso a uno por Razones Humanitarias y de Compasión.
En muchas situaciones estos casos son aceptados justamente porque hay abuso, ya que no se espera que una persona se quede en una relación y sufra maltrato simplemente para poder obtener los papeles, y tampoco es justo que el patrocinador se aproveche de este tipo de situaciones y abuse a la persona simplemente porque depende de su patrocinio.
De igual forma hay protección para las personas que llegan a Canadá con su residencia permanente pero que tienen que esperar dos años para poder eliminar las condiciones con las que viene otorgada dicha residencia. Porque ahora se les da una residencia condicional y tienen que vivir con el patrocinador durante dos años, y después de ese periodo tienen que demostrarle al Departamento de Inmigración que en realidad han vivido juntos en una relación genuina para que se les quite la condición y la persona se quede definitivamente con la residencia permanente.
Si hubiese una situación de abuso en un caso de éstos, la ley prevé que los dos años de condición van a ser eliminados y la persona no perderá la residencia sino que de inmediato se le quitara la condición. Para ello por supuesto hay que informar al Departamento de Inmigración, y si ha habido abuso obviamente nadie va a culpar a la persona por haber dejado a la pareja, y tampoco lo hará un oficial de inmigración.
Lo que va a suceder es todo lo contrario, porque donde hay una mujer o un hombre que está sufriendo una situación de abuso, lo que se le aconseja es que primeramente salga de la situación para no continuar en riesgo y que trate de documentar lo más pueda la situación de abuso. También es importante que la persona sepa que no esta sola/o. Para ayudarle en este proceso hay centros comunitarios y refugios donde la persona abusada puede ir. Estos centros tienen personas capacitadas para ayudarle inclusive en notificar al Departamento de Inmigración lo que está sucediendo.
Para terminar, quiero señalar que es importante tener en cuenta que en el caso de patrocinios por matrimonio el abuso se puede dar de parte de ambos lados. Puede ser que la persona que está viniendo a Canadá esté usando al ciudadano canadiense o residente permanente solamente para obtener sus papeles, y también puede suceder que el patrocinador, es decir la persona que está trayendo al inmigrante, se case con esta persona con la intención de abusar de ella ya sea sexual o económicamente, para que le sirva de sirviente en la casa, etc., etc., dado que hay muchos tipos de abuso.
En este sentido, definitivamente una persona que se encuentre en cualquiera de las dos situaciones de abuso tiene todo el derecho de tratar de solucionar la situación, y para ello, debe buscar la asesoría legal necesaria y salir del abuso a la brevedad posible. Luego, amparada en las leyes migratorias, puede pedir que se le otorgue la residencia permanente aun cuando ya haya terminado la relación con su patrocinador abusador, dado que en este tipo de situaciones el ser víctima de abuso es precisamente un elemento que irónicamente va a favorecer una decisión positive por parte de Departamento de Inmigración.
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