El sabor agridulce del cambio de funcionarios en al área migratoria del gobierno canadiense

Por Vilma Filici

TORONTO. El lunes de esta semana el Primer Ministro de Canadá anunció cambios en su gabinete de gobierno, y para nosotros los inmigrantes estos cambios conllevan un sabor agridulce. Dulce porque finalmente quitó a Jason Kenney del Departamento de Inmigración, pero Agrio porque lo envió al Departamento de Empleos y Desarrollo Social.

Kenney ha sido el Ministro de Inmigración que ha estado más tiempo con esta cartera, pero sobre todo, también ha sido el Ministro que ha hecho más cambios en la política migratoria del país. Lamentablemente, muchos de estos cambios han sido a favor de que los procesos sean expeditos, sin tomar en consideración cómo los cambios afectarían a las personas involucradas.

El legado que deja el Ministro Kenney podría resumirse de la siguiente manera:

Cambio al programa de refugio. Jason Kenney prejuzgó a muchos países del mundo de los cuales llegan refugiados, y definió que los casos provenientes de estos países no tienen mérito.  De igual forma, se aseguró de que todos los refugiados que llegan al país pasen por un proceso rápido que les niega la oportunidad de presentar su caso de una manera eficiente, y por lo tanto se les niega el derecho a un proceso justo.  También dejó a los refugiados sin la posibilidad  de recibir ayuda médica o permiso de trabajo antes de ser aceptados por el Consejo de Refugiados.

Creó un caos total con el programa de ciudadanía. Es una especie de cacería de brujas porque ahora todos los solicitantes de la ciudadanía canadiense son vistos bajo una lupa dado que el gobierno piensa que la mayoría podrían estar cometiendo fraude. Esto les ha quitado a las personas la alegría y el orgullo de hacerse ciudadanos canadienses. ¡Por lo menos se fue antes de terminar sus cambios a la ley de ciudadanía!

Imposición de un requisito mínimo de idioma para todos los procesos migratorios. Esto le ha cerrado las puertas a miles de personas que hubiesen podido inmigrar a Canadá con un nivel de inglés medio. Pero al imponer que las personas solicitando la residencia como trabajadores calificados o mano de obra especializada llenen un requisito de un mínimo de inglés o francés ha dejado a la gran mayoría de posibles inmigrantes de países que no son de habla inglesa o francesa, excluidos de las posibilidades de obtener la residencia a Canadá.

Suspensión de patrocinios de padres y abuelos. Esto llevó como pérdida agregada el que los hijos que cumplieron la mayoría de edad durante los dos años de suspensión del programa quedaran fuera de las posibilidades de  reunificarse con sus familias. El nuevo programa de patrocinio de padres y abuelos fue diseñado para que sólo personas con un cierto nivel económico puedan patrocinar a sus padres y abuelos. Las familias de escasos recursos son quienes más necesitan la ayuda de sus padres y abuelos con el cuidado de los niños para poder trabajar y hacerse de un buen futuro.

Cancelación de 300 mil solicitudes de residencia en Canadá. Sin previo aviso o ningún tipo de consideración de cómo sus cambios afectarían a personas que habían estado esperando por años para obtener su residencia como trabajadores calificados, Jason Kenney canceló 300,000 solicitudes de inmigrantes alrededor del mundo.  Mucho dinero gastado inútilmente, tiempo perdido y sueños destruidos en pos de mejorar y agilizar el programa  de trabajadores calificados.

Proceso de acreditación para los trabajadores de mano de obra especializada. Ahora, esta categoría de trabajadores debe pasar por un riguroso proceso de acreditación, a pesar de que no hay un estándar a nivel nacional para esto y a pesar de que cada provincia tiene sus propios reglamentos. También es importante notar que para escribir el examen de acreditación la persona debe estar en Canadá. Las personas provenientes de países que requieren visa para llegar a Canadá tendrán problemas para obtener las visas si dicen en los consulados el propósito por el cual están tratando de obtenerla, ya que los oficiales creerán que estas personas vienen con la intención de quedarse en Canadá. Coincidentemente o no, las personas que requieren visa para venir a Canadá son las originarias de países que no son de habla inglesa o francesa. A mi parecer, esto no es una coincidencia. El Ministro se quiso asegurar doblemente de que ciertas personas no califiquen para inmigrar a Canadá.

Cambios en el área de criminalidad. Con el fin de quitar de suelo canadiense a personas que hubieran cometido criminalidad seria, el ministro Kenney cambió la sección de criminalidad. Lamentablemente estos cambios de ley resultan en que un delito que en el pasado se consideraba un delito menor pase ahora a considerarse criminalidad seria y por tanto la persona sea deportada. La deportación toma lugar después de que la persona ha pagado por su delito en la cárcel canadiense. Esto es un castigo doble  y hay muchas personas que creen que se está perjudicando a comunidades específicas con estos cambios.

Necesidad de permisos del Departamento de Recursos Humanos para los procesos. Los programas de trabajadores calificados y de trabajadores de mano de obra especializada ahora requieren en su gran mayoría de un permiso del Departamento de Recursos Humanos de Canadá para poder iniciar el trámite para la residencia permanente. Este trámite es iniciado por las empresas, y sin la ayuda de una empresa es prácticamente imposible que una persona pueda calificar.

Aumento en el número de trabajadores temporales. También, desde que el gobierno conservador, y particularmente desde que Jason Kenney fue nombrado Ministro de Inmigración, se ha visto un aumento en el número de trabajadores temporales a través de Canadá. Incluso, en un momento se le dio permiso a las empresas de pagar el 15% menos a los trabajadores temporales en relación con los sueldos de los ciudadanos canadienses, creando así un sentimiento negativo hacia los trabajadores temporales por parte de los trabajadores Canadienses, y un aumento de xenofobia y racismo hacia el inmigrante en general.

En resumen, el legado del Ministro Kenney es que cambió la cara de la inmigración a Canadá y cambió también la reputación de Canadá en el mundo como un país justo y humano para los desplazados. Y lo hizo con un plan deliberado que bien podría considerarse solamente como la primera etapa.

Lo lamentable es que el nuevo Ministro de Inmigración, Chris Alexander, no tiene la experiencia, el poder, ni el permiso para hacer ninguna modificación importante a los cambios implementados por Kenney. Y los más grave es que Jason Kenney, en la primera etapa de su plan, dejó todo preparado para que la mayoría de los programa de Inmigración dependan de un permiso de empleo.

Ahora comenzará la segunda etapa de su plan como Ministro del Departamento de Empleos y Desarrollo Social. Tendremos que esperar y ver con qué se nos viene en este nuevo cargo, pero lo más probable es que no sea nada positivo para con la clase trabajadora y para las personas que dependan de su Ministerio para poder obtener las residencia en Canadá.

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