PURO TEJADA MARTÍNEZ / TORONTO
Dado que hace poco estuvo de visita en nuestra ciudad el joven talento Prince Royce, es un buen momento para hacer algunas reflexiones sobre la Bachata. Originaria de la región noroeste de República Dominicana (llamada la Línea), la Bachata es un ritmo de carácter popular, percusivo, con su propia estructura de baile diferente a sus primos cercanos el Merengue y el Bolero. Llamada por mucho tiempo música “de amargue” por el tono visceral de sus letras, fue una música referida a las barras y lugares muy humildes, hasta su ascensión a los escenarios más importantes.
Fundadores:
Hasta bien entrados los ’80 la Bachata no accede con libertad a los espacios nacionales. De la mano de intérpretes como Eladio Romero Santos, Luisito Segura (el Añoñaito) Leonardo Paniagua, por citar algunos, pasa este ritmo a pararse con dignidad al lado del Merengue, tener fiestas masivas y ser proyectado en medios nacionales. No podía faltar la vertiente obscena, representada por personajes como Blas Durán y sus peluches. Algunos de los mencionados están activos.
Consolidación:
Una vez en escena nacional, y conquistando espacios en Nueva York, jóvenes intérpretes le dan un perfil más comercial y calan más hondamente en el público general, Nombres como Luis Vargas (El Rey Supremo) Anthony Santos (el Bacahtú) Teodoro Reyes (el Cieguito Sabio) Raulín Rodríguez (el Cacique) y Joe Veras, entre otros, han gozado de una proyección e ingresos nunca vistos en el género. La presencia de mujeres ya se aprecia en esta época, verbigracia nuestra inmensa Sonia Silvestre con su producción “Corazón de Vellonera”, producida por el brillante compositor e investigador Luis “Terror” Dias, así como Vickiana.
Internacionalización:
De la mano de veteranos músicos como Víctor Víctor y Juan Luis Guerra, la Bachata pasa a adueñarse de espacios internacionales que nunca soñaron sus fundadores: JLG recibe un Grammy (original) por su producción “Bachata Rosa” y Vitico se vuelve una celebridad en Miami y Europa. Talentos jóvenes se suman a este nivel, y así apreciamos hoy al Grupo Aventura, el Luis Miguel del Amargue y Prince Royce andar por el mundo con su música por bandera. Lo que ayer era un acorde triste escuchado en algún rincón remoto, hoy pasea las capitales del mundo.
*Escritor dominicano residente en Toronto.
escribazul@hotmail.com
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