Por Vilma Filici
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Toronto. Durante las últimas semanas hemos estado observando en los medios de comunicación el intenso debate que se ha generado por los cambios al sistema de refugio que el Ministro de Inmigración, Jason Kenney, está proponiendo implementar.
Esta situación obviamente está generando preocupación en las comunidades inmigrantes, y especialmente entre aquellas familias que tienen parientes que carecen de estatus en el país, quienes definitivamente van a ser sujetos de una intensa búsqueda para una pronta deportación.
En preparación para esta situación, quiero explicar en esta columna qué es lo que se puede hacer si una persona indocumentada es detenida por las autoridades policiales o por oficiales de inmigración y es llevada a un centro de detención.
Una vez que la persona ha sido llevada ante los oficiales de inmigración, y si la persona considera que se encuentra en peligro de ser regresada a su país de origen o al país de donde vino, si la persona nunca ha pedido refugio es el momento de pedir refugio. Es decir, tan pronto como empiece a hablar con el oficial de inmigración, le debe dejar saber que no puede regresar a su país de origen porque tienen temor de ser perseguido y en ese momento se pide refugio.
Hay que tener en cuenta que una persona, después que se le da una orden de salida, no puede pedir refugio jamás en el país, por lo que es súper importante recordar que si los detienen y su vida corre peligro en su país de origen, lo primero que deben considerar es hacérselo saber de inmediato al oficial de inmigración ante el que los lleven.
Una vez que la persona pide refugio en Canadá ya no puede ser sacada del país hasta que no se realice todo el proceso de refugio y se llegue al fallo de que la persona no es refugiada o que no llena los requisitos de que es una persona que necesita protección, si ese fuera el caso.
Una vez que está en el centro de detención, independientemente de si ha pedido refugio o no, el detenido tiene el derecho a tener una revisión de la detención por un oficial de inmigración dentro de un periodo de 48 horas. Un oficial superior de inmigración puede decidir poner a la persona en libertad sin tener que ir ante un miembro de la división de inmigración que juega el rol de juez.
Para este caso, es muy importante tener a mano a un ciudadano canadiense o a un residente permanente que conozca a la persona y que pueda ejercer algún tipo de poder sobre este, para asegurarse de que cumpla las condiciones que se le van a imponer para ser puesto en libertad. Es importante también que haya un monto de dinero en efectivo, aproximadamente entre 2 mil y 5 mil dólares, para dejarlos como deposito y poner a esta persona en libertad.
Teniendo a mano esos dos elementos se puede negociar directamente con el oficial de inmigración que se encuentra en el centro de detenciones y tratar de sacar a esta persona en ese periodo de 48 horas. Si no se logra conseguir la puesta en libertad después de las 48 horas, lo más pronto posible tiene que haber una revisión de la detención, que es donde el detenido va frente a un miembro de la división de inmigración y es esa persona quien decide si se lo pone en libertad o no.
Este miembro de la división de inmigración no tiene poder para decidir nada más que si lo pone en libertad o no y eso se basa en tres factores únicos y esenciales. Uno: el miembro de la división de inmigración tiene que ver si esta persona es un riesgo para la sociedad en términos de que es una persona violenta que si la pone en libertad puede ser un peligro para la sociedad canadiense. Dos: debe corroborar si la persona tiene identificación, pasaporte o si inmigración tiene el pasaporte. Y tres: debe decidir si la persona tiene un riesgo de vuelo, es decir que ‘se pierda’, que se quede de manera indocumentada en el país en el momento en que quede en libertad.
Estos son los únicos tres factores que este juez puede decidir, entonces de nada le vale al detenido argumentar que no puede regresar a su país porque corre peligro, argumentar que tiene a su familia en Canadá, etc. De hecho, cuanto más énfasis le pongan al hecho de que no pueden irse de Canadá, más razón le está dando a este juez para que no lo pongan en libertad.
En este sentido, lo mejor que se puede hacer es tratar de salir del centro de detenciones en el periodo de 48 horas, y para ello hay que cooperar con la policía y con los oficiales de inmigración, y hay que tratar de negociar la salida en las primeras 48 horas. Si esto no se logra hacer, hay que ir al juicio preparados para hacerle entender al juez que la persona va a cumplir con la condiciones que él les indique, aunque sea la condición de regresar al país de origen, porque si no lo hace le estará dando más razones al juez para que lo mantenga detenido.
Si la persona no logra salir en esta primera revisión, habrá otra revisión en 7 días posteriores, en la cual se puede intentar nuevamente conseguir una persona que ponga una garantía y se va ante un nuevo juez. Si tampoco se logra salir en esa revisión, habrá otra en 30 días, y así sucesivamente cada 30 días.
Un elemento que es muy importante en todo este proceso es conseguir a una persona que pueda representar legalmente al detenido, no tiene que ser necesariamente un abogado o un consultor de inmigración, hay clínicas legales que hacen este trabajo gratis y que pueden enviarle a un representante que lo asista en ese momento.
Eso es básicamente lo que se puede hacer una vez que una persona indocumentada es detenida y presentada ante los oficiales de inmigración.
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