Por Vilma Filici
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Toronto. En los últimos días he recibido muchas preguntas acerca del caso de la joven colombiana que tiene un bebé en Canadá y que está disputando la custodia de éste con el papá canadiense. La razón de las preguntas es porque muchas veces las personas quieren ver en los casos lo que en realidad desean para ellos, y no ven lo que en realidad está sucediendo en términos técnico-legales.
Lo que pasó con esta joven es que en estos momentos está en disputa la custodia del niño, y la Corte de Familia se está encargando de tomar una decisión de si el niño se queda con la mamá o si se queda con el padre.
La joven tenía que haber sido deportada con toda la familia el pasado 2 de enero, pero una jueza de familia ordenó que no podía salir del país porque se está peleando la custodia, en una batalla legal que se reanudará en algún momento en marzo.
En resumen, se le pospuso la salida del país a la madre para que permanezca con su bebe mientras el proceso se finaliza en la Corte de Familia, pero esto no significa que el Canada Border Services Agency (CBSA) haya parado la deportación porque hay un niño nacido en el país. Esto simplemente significa que dado que hay un proceso de por medio en términos de la custodia, y que la mamá del niño es necesaria en este trámite, el CBSA decidió posponer la salida de la muchacha, pero del mismo modo podrían haberla deportado ya que su deportación es inminente.
Pero lo que algunas personas están viendo en el caso es que el tener un niño nacido en Canadá aumenta las posibilidades de poder permanecer en el país, y aquí hay una concepción equivocada, dado que si bien hay una sección de ley en el Acta de Inmigración que explícitamente dice que un oficial de inmigración debe tomar en consideración cómo va a ser afectado un niño nacido en el país al ser removido de Canadá, o que fue educado o que está acostumbrado ya a Canadá, en ningún momento dice que al haber un niño nacido o criado en el país tiene que permitírsele a la familia quedarse.
La ley sólo pide que un oficial de inmigración haga una evaluación, una comparación de cómo vive ese niño en Canadá y cómo va a ser perjudicado o no al salir de Canadá, pero no va más allá de eso.
Lo que sucedió con esta joven madre colombiana, Jessica, es que hay un caso de familia que se va a retomar en marzo y, especialmente porque el caso ha estado en los medios a nivel nacional, quedaría muy inhumano el CBSA deportándola, pero el CBSA dejo bien claro que ellos tienen toda la intención de hacer efectiva la deportación de Jessica una vez que se termine el caso.
Ahora bien, al caso de Jessica se suma otra situación, y es que se ha casado con un ciudadano canadiense y este ciudadano canadiense presentó ya una solicitud para patrocinarla, para que se le apruebe la residencia permanente dentro del país. Y en esta lógica también he escuchado y leído comentarios que dicen que se va a parar la deportación porque ella está casada.
Nuevamente esta es una concepción equivocada, porque el casarse con una persona en Canadá no otorga automáticamente el derecho a quedarse en el país. Primeramente hay que probar que el matrimonio es legal, hay que probar que es genuino, y dependiendo de en qué momento del proceso migratorio la persona se casa y envía la solicitud de patrocinio al Departamento de Inmigración, la persona puede o no permanecer en el país mientras se procesa el caso.
En el caso de Jessica, ella ya tuvo su caso de refugio, tuvo su caso ante la Corte Federal, y tuvo la revisión de su riesgo (el Pre Removal Risk Assessment, PRRA), donde determinaron que ella no corre riesgos si la regresan al país de origen. Y en adición, también tuvo una fecha de salida, y la única razón por la cual se postergó su salida fue por el caso de la custodia del niño.
Por lo tanto, el hecho de que ella se haya casado y que el esposo haya presentado una solicitud para que ella sea residente permanente no cambia la situación: Jessica continúa teniendo una orden de deportación que va a ser ejecutada tan pronto como se termine la situación de la custodia del niño.
Ahora bien, si tiene suerte y el caso de custodia del niño se pospone por un período largo de aproximadamente 11 meses, que es el tiempo que se está tomando el centro de procesamiento de casos de Vegreville, Alberta, en procesar los casos de matrimonio, entonces puede que llegue al momento en que acepten el caso de Jessica y no tenga que salir del país.
Pero si el trámite de custodia tarda 4 o 5 meses y Jessica queda libre para ser deportada, ella va a ser removida del país a pesar de que hay una solicitud de patrocinio por matrimonio ya presentada al Departamento de Inmigración.
En este caso, de la única manera en que se puede parar la deportación es haciendo una solicitud a la Corte Federal, algo que tiene que hacer un abogado, y demostrar que hay razones excepcionales por las cuales se debería parar la deportación, demostrar que hay daños irreparable si ella es deportada de Canadá, algo que es muy difícil de probar y que la Corte Federal en muy pocas ocasiones determina.
Entonces, si ella es deportada del país se tiene que comenzar una nueva solicitud de patrocinio, en su caso a través del Consulado de Canadá en Bogotá, y en el caso del resto de las personas en el consulado canadiense del país de donde sea la persona, porque no se puede transferir el trámite que ya se hizo en Canadá dado que eso no está permitido. Se tiene que anular el caso, llenar nuevos formularios, preparar el nuevo caso y enviarlo a la central de procesamiento dentro de Canadá, donde se aprobará al patrocinador, y después el caso se termina en el país de origen.
Definitivamente un caso como el de Jessica permite graficar muy bien los procedimientos y lo que está sucediendo, pero también puede confundir muchísimo a las personas porque hay una situación de sensacionalismo del caso.
No obstante, este tipo de situaciones se ve a diario, deportan a muchas familias con hijos nacidos en Canadá, hijos que han estudiado aquí pero que lamentablemente los casos no son aceptados y toda la familia es deportada, y diariamente también deportan mujeres y hombres que se han casado en Canadá con ciudadanos canadienses o residentes permanentes pero que no han presentado el caso con suficiente tiempo como para ser patrocinados antes de que les llegue la deportación, o simplemente el Departamento de Inmigración ha encontrado que el matrimonio no es verdadero, no lo encuentra genuino, y creen que la persona simplemente se casó para obtener la residencia permanente en el país.
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