Por Vilma Filici
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Toronto. El Ministro de Inmigración, Jason Kenney, hizo un anuncio la semana pasada que ha generado una sensación agri-dulce tanto en la población inmigrante como en los círculos de consultores y abogados de inmigración del país. El viernes 4 de noviembre dio a conocer la suspensión de la presentación de solicitudes de patrocinios de padres y abuelos durante 24 meses, la cual entraría en efecto al día siguiente.
Este nuncio, además de ser sorpresivo como ya es costumbre con los anuncios del Ministro de Inmigración, provoca un sabor agridulce dado que efectivamente tiene una parte que es positiva, que es el hecho de que se van a acelerar los procesos para las solicitudes de padres y abuelos que se encuentran en este momento en una lista de espera de aproximadamente 165 mil solicitudes, y las cuales estaban tomando de cinco a diez años dependiendo del país de donde venga la persona, y por lo tanto va a acelerar la entrada de estas personas que ya están esperando. Obviamente que con ese contenido este anuncio va a alegrar a las personas que ya hayan iniciado el trámite y que se encuentran esperando.
Sin embargo, a la vez es una noticia agria para el resto de personas que tenían la intención de iniciar el trámite para obtener la residencia permanente para sus padres y abuelos, pero que no lo lograron hacer antes del cinco de noviembre. Otra cuestión que es bastante agria es el hecho de que el Ministro hiciera el anuncio un viernes sin dar previo aviso, dado que el último día para poder enviar las solicitudes fue un sábado, cuando todas las oficinas están cerradas, cuando todos los servicios están cerrados, y por lo tanto aunque una persona quisiera hacer el trámite era prácticamente imposible hacerlo.
La otra situación que no es de alegrarse es el hecho de que la ley permite en este momento que una persona que está patrocinado a sus padres pueda incluir en la solicitud a sus hermanos que son menores de 22 años, y que la edad de estos queda sellada al momento de presentar la solicitud y por lo tanto estos jóvenes hermanos pueden también obtener la residencia permanente como dependientes de los padres, no importa cuánto tiempo pase para el tramite. Por ejemplo, si el joven cumple 23 o 24 años en el momento en que se les otorga la residencia permanente y sigue siendo dependiente de los padres, dado que la solicitud fue enviada antes de que la persona cumpliera los 22 años ese hermano o hermana también obtiene la residencia permanente.
La pregunta ahora es ¿qué va a pasar en estos dos años? Obviamente sabemos la respuesta: va a haber muchísimos hermanos o hermanas que están entre los 19 y 22 años de edad que van a quedar automáticamente descalificados de por vida por esta suspensión a las residencias permanentes.
El ministro dice que han tenido que hacer esto porque el atraso de los casos es demasiado y que esta es una manera de agilizar los casos. Pero otra mejor manera de agilizar los casos hubiese sido poner más personal en los distintos consulados y en la Oficina de Procesamiento de Mississauga, que es la que se encarga del procesamiento inicial, para pode así agilizar estas solicitudes en vez de penalizar a las personas que todavía no han iniciado el trámite.
El Ministro también dice que la suspensión va ser por un periodo de dos años y que después se verá qué cambios se va a hacer para asegurarse de que no se dé más este tipo de situación donde hay muchísimos atrasos. En realidad esto también es preocupante porque hemos visto en todos los distintos anuncios que ha hecho el Ministro de Inmigración, que cuando intenta arreglar un programa lo que único que le importa es el objetivo de agilizar o de cortar los listas de espera y no le pone ningún peso en consideración a la parte humana, que en este caso es la reunificación familiar. En realidad es de temer qué cambios en la política inmigratoria, en lo que se refiere a los casos de padres y abuelos, puede llegar a implementar el Ministro en dos años.
También tenemos la experiencia de que los periodos consultivos a los cuales ellos se refieren no son nada más que un ejercicio inútil para dar una apariencia de que en realidad se consulta con la ciudadanía y por lo tanto son cambios democráticos. En realidad se ha visto a través de los años de que el gobierno tiene bien claro lo que quiere hacer y que las consultas suelen ser solamente una farsa para dar un aspecto de democracia en estas decisiones.
Insisto en que la noticia nos da con una mano y nos quita con la otra, ya que las personas que ya han presentado sus solicitudes y están esperando para que sus padres lleguen al país se van a sentir muy felices porque se va a acelerar el proceso, pero las personas que aun no han presentado una solicitud de patrocinio para sus padres no lo podrán hacer por lo menos durante los próximos dos años, y no tenemos idea con que va a salir este gobierno al final de los dos años, no tenemos idea de si se van a cambiar los reglamentos, quién va a calificar, cómo va a calificar, si van a subir el monto de dinero que una persona tiene que ganar para poder patrocinar a sus padres, etc., etc. Hay que recordar que tenemos un gobierno de mayoría que puede hacer absolutamente lo que quiera y prácticamente no se puede hacer mucho más que esperar y ver qué sucede.
No obstante, lo que sí se puede hacer es que las personas que están afectadas por estas medidas le escriban a sus miembros del Parlamento, dado que la única fuerza que tenemos como ciudadanos es nuestro derecho a votar, y por tanto las personas que se encuentran afectadas y que no están de acuerdo con este anuncio pueden escribir al representante de su zona y hacerle saber su desacuerdo. De igual forma se puede ver de qué otra manera se puede traer a los padres y a los hermanos a Canadá en los próximos dos años a través de los otros programas de inmigración con que cuenta el país.
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