Por Vilma Filici
vilma@filici.com
Toronto. En mi trabajo como asesora en temas migratorios he observado que en muchas oportunidades algunos de los clientes que están haciendo trámites de inmigración culpan a su abogado o a su consultor de inmigración por las tardanzas en los trámites. También la costumbre es de culpar al consultor o al abogado de supuestamente no haber enviado alguna documentación, o de que se haya perdido en su oficina, cuando lo que realmente ha sucedido es que estos documentos se han extraviado en las oficinas del Departamento de Inmigración.
Todo esto sucede porque aparentemente es muy difícil para las personas pensar que el Departamento de Inmigración de Canadá puede cometer errores, cuando a través de los años hemos visto muchísimos errores cometidos por los consulados y por las distintas oficinas de Inmigración, algo que por suerte no sucede muy frecuentemente aunque obviamente sí ocurren.
Tengo en mente un caso en particular, en el cual una solicitud de patrocinio tardó más de nueve años y donde el cliente tuvo que hacer los trámite (exámenes médicos y chequeos policiales) siete veces porque el consulado no lograba armonizar o coordinar estos dos requisitos: cuando el cliente presentaba uno de los requisitos se vencía el otro, y así en consecuencia se convirtió en un círculo vicioso que tardó nueve años para ser corregido, algo que sucedió hasta que se hizo una carta diciendo que se parara ya con ese juego. Esta fue es una comedia de errores en la que no se resolvió el problema sino hasta que se logró hacer que coincidieran los trámites.
En la misma lógica, esta semana en el periódico Toronto Star apareció un artículo en relación a una pareja, un ciudadano canadiense que está patrocinando a su esposa a través del consulado canadiense en Ghana, y es una de las pocas veces que yo veo que el Departamento de Inmigración se molesta en pedir disculpa al solicitante por errores cometidos en el expediente.
Hay que tener en mente que cuando se hace un trámite de matrimonio supuestamente se le tiene que dar prioridad de procesamiento, y a menos que haya una deportación previa o problemas médicos serios, o problemas criminales, el trámite no debería durar más de seis u ocho meses.
En este caso el trámite les ha durado dos años, y es un caso genuino sin complicaciones y que por lo tanto la solicitante ya debería tener la residencia, pero el Departamento de Inmigración cometió error tras error: la mujer ha tenido que hacer los exámenes médicos en dos ocasiones, e incluso en una tercera ocasión le dijeron que la carta se le había enviado por error y que por favor no fuera a hacerse una vez más las pruebas. Después, le llegó una carta diciéndole que tenía que llegar a la oficina consular en Ghana para que se le entregara su residencia permanente y su visa para venir a Canadá, y la solicitante viajó desde su pueblo a la ciudad en un viaje de 6 horas para ir a recoger su residencia permanente sólo para encontrase con que era un error, que esa carta no le tendría que haber sido enviada porque su visa aun no estaba lista.
Por suerte parece que ahora todo se ha encaminado bien y que en las oficinas consulares van a apresurarse para procesar su caso y para que pueda finalmente venir a reunirse con su esposo aquí en Canadá
Ya que estas cosas suceden, es importante saber que en situaciones como estas donde los casos se están tardando más tiempo del que está establecido, lo primero que se tiene que hacer en es enviar una carta pidiendo información al consulado o la oficina de inmigración que está tratando el caso. Si no se tiene respuesta en un periodo razonable, que podría ser unas dos semanas, se puede escribir nuevamente pero esta vez al Program Manager, que es el gerente de la oficina, explicando lo que está sucediendo y dando una cronología de los eventos, diciendo que ya se ha tratado de contactar con el oficial y que por favor conteste la persona encargada de la oficina.
Si esto no da resultado, porque en algunas de las oficinas o consulados lamentablemente también el Program Manager no se molesta en contestar, el siguiente recurso es la oficina regional del Departamento de inmigración donde está ubicada cada una de esas oficinas, la cual tiene la responsabilidad de supervisar o controlar las distintas oficinas y consulado. Entonces, en esos casos donde no se logra una respuesta del Program Manager, se debe escribir a esta oficina regional del lugar donde se está procesando el caso, y con seguridad se va a poder solucionar el problema.
Pero si esto también falla, la única alternativa que queda es ir a la Corte Federal explicando la situación en orden cronológico, demostrando que hay un atraso que no tiene explicación, y si la Corte está de acuerdo en que el trámite está tomando mucho más tiempo del que debería estar tomando y que hay una ruptura del procedimiento justo, entonces la Corte puede dar una orden que se llama un “Mandamus”, que es básicamente una orden diciéndole a la oficina que tiene que actuar de inmediato. No le va a decir exactamente qué es lo que tiene que hacer, pero sí le va a decir que tiene que llegar a una decisión final con el caso.
Obviamente esta es una situación es un poco costosa porque definitivamente se tiene que contratar los servicios de un abogado que deberá hacer todos los procesamientos ante la Corte Federal, pero esa es la manera de solucionar el problema.
Explicado todo lo anterior, es importante tener en cuenta que antes de acusar a la persona que lo está representando en un proceso migratorio, en realidad se tiene que hacer una evaluación a fondo sobre qué es lo que está sucediendo con el caso, así como también se debe entender de qué dependiendo de en qué oficina es que está el caso, así será la celeridad del procesamiento de dicho caso, dado que hay oficinas súper eficientes y hay otras que lamentablemente son bastante problemáticas.
Be the first to comment on "¿Por qué algunos casos migratorios se tardan o se complican mucho más que otros?"