Por Vilma Filici
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Toronto. El fin de semana estuve en una fiesta y ahí conversé con una persona de 57 años de edad, quien llegó a Canadá cuando tenía apenas siete años de edad y es residente permanente. Esta persona obviamente ha vivido aquí toda su vida y nunca ha regresado a su país de origen, Italia. Tiene toda su familia aquí: esposa, hijos, hermanos, sobrinos, etc., y sólo hasta recientemente ha indicado un trámite para obtener la ciudadanía canadiense.
El problema es que al iniciar este trámite en algún momento le pidieron que se hiciera un chequeo policial aquí en Canadá para ver si tiene algún record criminal, dado que si tiene alguna “Indictable Offence”, es decir que si ha tenido problemas con las autoridades y no han pasado tres años de que esto haya sucedido, entonces él no es elegible para hacer el trámite de ciudadanía.
Pero realmente el problema no está en la ciudadanía en sí, sino que el problema está en el hecho de que el señor tuvo problemas con las autoridades canadienses hace aproximadamente 15 años: estuvo involucrado en problemas de drogas y fue sentenciado y estuvo preso.
En esta lógica, al descubrir esto las autoridades de ciudadanía, si ellos le pasan la voz al Departamento de Inmigración, este señor puede ser llamado a una entrevista en la cual las autoridades pueden determinar enviarlo a una audiencia de inadmisibilidad, que implicaría quitarle su residencia permanente y darle una orden de deportación de Canadá porque es inadmisible en el país por razones criminales.
Cuando estábamos conversando acerca del tema el señor se mostró bastante preocupado, y es obvio dado que tiene a toda su familia aquí en Canadá, hace 50 años que no va a Italia, es decir toda su vida está hecha aquí en Canadá.
Pero su caso en realidad ahora depende de cuánto tiempo fue que estuvo preso, porque si él estuvo preso por menos de dos años entonces, por el hecho de ser residente permanente tiene derecho a una apelación ante la Corte de Apelaciones de Inmigración, y en esa apelación él va a poder demostrar que fue un error que cometió en el pasado, que no ha vuelto a tener problemas con las autoridades en todo este tiempo, que siempre ha estado trabajando, que es responsable con su familia, que ha hecho trabajo voluntario, etc. También se va a poder demostrar el efecto que tendría en su familia y en él que lo sacaran de Canadá, particularmente en su esposa y en sus hijos.
Y la Corte puede determinar que hay suficientes razones humanitarias para permitirle a este señor quedarse en el país, porque lo que están haciendo en estos momentos en la Corte de Apelaciones de Inmigración es que en situaciones en las cuales creen que la persona cometió un error pero que no tiene un patrón de vida criminal, entonces les dan una especie de tiempo de “probation”, es decir, le permiten a la persona permanecer en el país durante tres o cinco años pero con condiciones, como por ejemplo tienen que reportarse ante el Canadian Border Services Agency cada seis meses con documentación que pruebe que la persona está trabajando, que está residiendo con su familia, y obviamente que no ha cometido ningún otro error de tipo criminal
Si la persona llega a los tres o cinco años (dependiendo del tiempo que le hayan dado), y se ha mantenido libre de problemas con las autoridades, entonces en ese momento cancelan la orden de deportación y la persona continua residiendo en Canadá sin problemas. Caso contrario, si la persona llega a tener algún otro cargo criminal o es sentenciado, entonces en ese momento se reasume la apelación y la persona es deportada.
En otro escenario, si la persona estuvo presa por más de dos años, en ese caso pierde todo el derecho a la apelación ante la Corte de Apelaciones de Inmigración, y entonces el Canadian Border Services Agency lo deporta. La única opción que tiene en ese escenario es una apelación ante la Corte Federal, pero esta es bastante difícil de ser ganada dado que la Corte Federal no puede observar la situación por ejemplo de cómo sería afectado él y como seria afectada toda la familia si regresa a un país que él no conoce y donde no tiene a nadie. La Corte Federal sólo puede revisar el caso, es una revisión judicial para ver si se han cometido errores en la interpretación de la ley, errores de haber mal interpretado la evidencia, o errores en los procedimientos en sí, pero no tiene el poder de hacer una revisión por razones humanitarias y por lo tanto la mayoría de las veces las personas son deportadas.
En el caso de este señor, su futuro realmente depende del tiempo que haya estado preso. Me dijo que va a conseguir toda la documentación de ese entonces, básicamente la sentencia de la Corte, y una vez teniendo eso en mano se puede planificar de qué manera presentar el caso ante la Corte de Apelaciones de Inmigración.
Pero mas allá de este caso concreto, la historia lo que nos pone en evidencia es la importancia de hacerse ciudadano tan pronto como la persona es elegible para presentar la solicitud, que es 1,095 días (o sea tres años) en los cuatro años que preceden a la solitud para ciudadanía para las personas que llegaron con su residencia permanente a Canadá. Para las personas que hicieron el trámite de residencia permanente desde dentro de Canadá son solamente 730 días, porque por dos años de haber estado en Canadá antes de obtener la residencia permanente se deduce un año de estadía requerida para poder solicitar la ciudadanía.
En resumen, tan pronto usted sea elegible para solicitar la ciudadanía canadiense hágalo inmediatamente, no lo dude ni un momento dado que con toda seguridad esta es la mejor manera de proteger su residencia en Canadá.
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