POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Las críticas le han llovido al Premier de Ontario, Doug Ford, por haber llamado a elecciones anticipadas en un intento, según sus críticos, por asegurar un amplio triunfo de cara al desgaste que posiblemente va a tener el próximo año tras las elecciones federales que inicialmente estaban programas para octubre de este año pero que muy probablemente se realizarán en la primavera.
El Premier conservador progresista de Ontario, que la semana pasada anunció la votación para el 27 de febrero próximo, es decir 15 meses antes de la fecha en que estaban programadas, aduciendo que necesita un mandato claro de la ciudanía para enfrentar la posible imposición de tarifas arancelarias por parte de los Estados Unidos, dice no obstante que no está limitado a gobernar mientras hace campaña electoral, y que puede hacer su trabajo diario y hacer campaña al mismo tiempo.
“Acabo de sacar mil millones de dólares de los estantes de LCBO de productos estadounidenses. Quedan 25 días (de campaña). Esto nos da un fuerte mandato de cuatro años para sobrevivir y sobrevivir a la administración Trump. La gente quiere certezas”, dijo el líder conservador, refiriéndose a otra medida de represalia que ahora está en suspenso con la pausa de un mes en los aranceles de Trump.
“Estoy en los medios internacionales todos los días. Estuve en Fox y en CNN, y volví a Fox. Lo que estoy haciendo es transmitir el mensaje al pueblo estadounidense”, dijo Ford, agregando que “si surge alguna emergencia, volveré a convocar al gabinete”.
En un momento de franqueza captado por un micrófono encendido en su oficina de campaña de Etobicoke, Ford admitió ante los candidatos conservadores Christine Hogarth y David Piccini que quería que el republicano Donald Trump venciera a la demócrata Kamala Harris en noviembre pasado.
“El día de las elecciones, ¿estaba feliz de que este tipo ganara? Lo estaba al cien por cien. Entonces el tipo sacó el cuchillo y me lo clavó”, dijo, moviendo el brazo como si estuviera apuñalando a alguien.
Ford dijo a los periodistas que al principio pensó que la elección de Trump “podría ser un buen cambio en Estados Unidos”, pero que “ha sido un desastre”.