“Tengo la intención de renunciar como líder del partido, como primer ministro”: Justin Trudeau

Con la renuncia del mandatario, inicia la cuenta regresiva para elecciones federales adelantadas, probablemente para la primavera de este año

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

No fue una sorpresa para nadie. Las presiones desde dentro del Partido Liberal venían creciendo desde hacia meses para que el Primer Ministro Justin Trudeau, de 53 años de edad, renunciara al liderazgo del partido y con ello al cargo federal, y todo empeoró con la renuncia de la principal aliada del mandatario a escasas horas en que ella debía presentar el presupuesto para este año.

Así, esta semana, en un día de bajas temperaturas de invierno, y de pie frente a su residencia oficial, Rideau Cottage, exactamente en el mismo lugar desde donde informó y orientó a la población sobre el qué hacer durante la pandemia del COVID19, el mandatario anunció una decisión que estuvo pensando durante las vacaciones de Navidad y Año Nuevo.

“Durante las vacaciones he tenido la oportunidad de reflexionar y he tenido largas conversaciones con mi familia sobre nuestro futuro. A lo largo de mi carrera, cualquier éxito que haya logrado personalmente ha sido gracias a su apoyo y aliento. Así que anoche, durante la cena, les conté a mis hijos sobre la decisión que estoy compartiendo con ustedes hoy: Tengo la intención de renunciar como líder del partido, como primer ministro, después de que el partido elija a su próximo líder a través de un sólido proceso competitivo a nivel nacional. Anoche, le pedí al presidente del Partido Liberal que comenzara ese proceso. Este país merece una verdadera opción en las próximas elecciones, y me ha quedado claro que si tengo que librar batallas internas, no puedo ser la mejor opción en esas elecciones”, dijo el Primer Ministro ante los periodistas.

Añadió que esa misma mañana “le dije a la Gobernadora General que necesitamos una nueva sesión del Parlamento. Ella ha aceptado esta solicitud y la Cámara ahora será prorrogada hasta el 24 de marzo”.

Con estas palabras, Justin Trudeau marcó el final de una década al frente de la primera magistratura del país, diez años durante los cuales muchas cosas han cambiado, y que a pesar de los logros su apoyo en la opinión pública ha decrecido enormemente.

Los logros de su gestión han ido desde la legalización de la marihuana en 2018 hasta la creación del sistema de guarderías infantiles con cuotas de únicamente $10 al día el año pasado, pasando por aumentos en los beneficios económicos para los niños, el sistema de cuido dental gratis y de medicinas gratis, además de la paridad de genero en los puestos del gabinete de gobiernos y la búsqueda de la protección del medio ambiente.

Pero pareciera que nada de eso ha calado positivamente en la opinión pública, que, por el contrario, ha sido influenciada por los ataques muchas veces groseros de los lideres del Partido Conservador y de dirigentes de organizaciones extremistas como los camioneros que tuvieron sitiada la capital, Ottawa, en 2022, protestando contra las vacunas y otras medidas para combatir la pandemia de COVID19.

Pero al parecer lo más dañino en la mente del hasta el momento Primer Ministro, al escuchar su discurso de renuncia, han sido las divisiones al interior de su bancada parlamentaria.

“Soy un luchador y no soy alguien que se aleja de una lucha, particularmente cuando una lucha es tan importante como esta”, dijo Trudeau, agregando empero que “los canadienses merecen una verdadera opción en las próximas elecciones, y me ha resultado evidente, con las batallas internas, que no puedo ser yo quien lleve el estandarte liberal a las próximas elecciones”.

Ahora, tras ceder a las presiones internas y anunciar su renuncia una vez el Partido Liberal elija a un nuevo dirigente, Trudeau estará enfocado en la asumpción como presidente de los Estados Unidos de Donald Trump y su amenaza de imponer aranceles de 25% a los productos canadienses que lleguen al país. En su conferencia de prensa, dijo que el gobierno “protegerá a los canadienses en sus intereses y seguirá luchando por la economía”.

Porque seguirá en sus funciones por lo menos hasta el 24 de marzo que el Parlamento Federal estará prorrogado y por tanto todas las funciones de este suspendidas. La medida cierra el trabajo de la Cámara de los Comunes y reinicia toda la agenda legislativa, asegurando que el gobierno liberal minoritario no pueda ser derrotado hasta al menos esa fecha.

La agenda económica y política del gobierno, que ha estado paralizada desde el otoño debido a la negativa de los liberales a publicar algunos documentos exigidos por los partidos de oposición en la Cámara de los Comunes, ahora parece descartada por completo con la prórroga. Con esa medida, se ha acabado con piezas clave de la legislación, como el proyecto de ley sobre daños en línea, y ha provocado trastornos para las empresas, con cuestiones como el aumento del impuesto a las ganancias de capital, que ahora están en duda.

Durante meses, el Primer Ministro se había mostrado inflexible en conversaciones públicas y privadas en el sentido de que lideraría a los liberales en las próximas elecciones contra los conservadores de Pierre Poilievre.

Pero capituló después de que lo que comenzó como unas pocas chispas de revuelta interna hace seis meses se convirtiera en una crisis a gran escala para su gobierno minoritario a fines de 2024.

El impulso final para su salida fue dado por la reprimenda pública de Chrystia Freeland a las políticas del Primer Ministro cuando abandonó su gobierno horas antes de que estuviera programado que presentara la declaración económica de otoño del gobierno, a mediados de diciembre. Trudeau le había informado en privado días antes que ella sería removida como su ministra de finanzas y se le daría un papel para supervisar las relaciones entre Canadá y Estados Unidos, pero sin departamento, sin dinero y sin autoridad legal.

El lunes, cuando anunció su propia renuncia, Trudeau se negó a hablar sobre lo que había sucedido entre ellos en su última reunión. Aun así, la describió como “una increíble socia política en casi todo lo que hemos hecho como gobierno y como partido durante la última década”.