El Tratado de Libre Comercio entre Canadá, México y Estados Unidos pareciera ir por mal camino

Además del estira y encoge con el presidente electo de Estados Unidos, los políticos canadienses están agregando pleito con la presidenta de México

POR OSCAR VIGIL / TORONTO /

Los presidentes de Canadá, México y Estados Unidos alguna vez fueron conocidos como “Los Three Amigos” debido a sus esfuerzos por regionalizar el comercio en América del Norte. Hoy, tras las amenazas de tarifas de Donald Trump y del ataque comparativo de los políticos canadienses contra México, más bien son “Los Three Ex – Amigos”

Una de las principales noticias que copan los medios de comunicación tanto en Canadá como en México es la amenaza que hizo la semana pasada el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de aplicar un arancel punitivo del 25 por ciento a los productos de Canadá y México tan pronto como asuma el cargo en enero.

Fue una fuerte escalada de Trump, quien en la campaña prometió imponer un arancel del 10 por ciento a todas las importaciones globales a Estados Unidos y vinculó la última amenaza a la inmigración ilegal diciendo que “miles de personas están llegando a México y Canadá, trayendo el crimen y las drogas a niveles nunca antes vistos”.

Trump, que asumirá el cargo en enero, escribió en una publicación en su sitio Truth Social y más tarde en X, que “el 20 de enero, como una de mis muchas primeras órdenes ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25% a TODOS los productos que ingresen a los Estados Unidos”.

Dijo que los nuevos aranceles se mantendrían en vigor “hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país”.

“Tanto México como Canadá tienen el derecho y el poder absolutos de resolver fácilmente este problema que lleva latente desde hace mucho tiempo. Por la presente exigimos que utilicen este poder, y hasta que lo hagan, ¡es hora de que paguen un precio muy alto!”, apuntó.

En las dos horas siguientes a la declaración de Trump, Trudeau habló con Trump durante unos 10 minutos y tuvieron una “buena discusión”, dijeron fuentes de gobierno. Esta semana, el mandatario canadiense se reunió en persona con el presidente electo de los Estados Unidos en su residencia Mar-a-Lago, en Florida. Cenaron y también tuvieron una excelente conversación, informal, sobre el tema, según la descripción del evento por parte de ambos mandatarios.

Entre otras cosas, Trudeau le ha planteado a Trump que la cantidad de migrantes que cruzan de Canadá a los EE. UU. es una fracción minúscula de los que cruzan desde México, menos del uno por ciento del número total, según los conocedores de las conversaciones.

Por su parte, el Premier de Ontario, Doug Ford, ha abogado por que Canadá alcance su propio acuerdo comercial bilateral con Estados Unidos y deje que México se las arregle solo.

“Lo que me pareció injusto de los comentarios es que nos comparan con México”, dijo Ford. “Y puedo decirles que Canadá no es México. Me parecieron injustos sus comentarios. Me parecieron insultantes”, apuntó.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, por su parte, ha dicho que México podría tomar represalias con sus propios aranceles, agregando que las drogas eran un problema de Estados Unidos. Y ha criticado los comentarios del primer ministro Justin Trudeau y otros altos funcionarios canadienses sobre México, afirmando que México no debe ser considerado inferior a Canadá ni tratado de manera desigual.

“Nuestro país merece respeto, especialmente de nuestros socios comerciales. México es una gran nación. Solo podrían desear la riqueza cultural que posee México, proveniente de nuestros ancestros y pueblos indígenas. México nunca será inferior; somos iguales”, enfatizó.

Así va la amistad.