Además de los incendios forestales, Canadá ha sufrido recientemente tormentas de hielo, lluvias intensas y huracanes en la costa atlántica
POR OSCAR VIGIL / TORNTO /
Para muchos, la contaminación ambiental por humo que sufrió el Área del Gran Toronto (GTA) la semana pasada fue la primera señal que recibieron de que partes importantes del país están siendo gravemente afectadas por incendios forestales. Sin embargo, el problema va más allá y pareciera que aún no nos hemos dado cuenta, dicen los analistas.
Los incendios forestales que están ocurriendo en Canadá desde hace varias semanas han quemado alrededor de 20 millones de acres, lo cual es la razón para que muchas ciudades de Canadá y los Estados Unidos, incluida Toronto y Nueva York, hayan quedado cubiertas de humo la semana pasada, provocando serios problemas de salud entre la población.
Pero no solo es la salud la afectada, sino que también la economía y, aun mas importante, el medio ambiente en general dado que estos incendios están acelerando el cambio climático que sufre el país y el mundo.
Los incendios en Canadá, según algunos reportes, han trastocado las operaciones de petróleo y gas, reducido las cosechas de madera disponibles, debilitado la industria del turismo e impuesto costos incontables al sistema nacional de salud. Y estas pérdidas vienen a presionar aún más al país a medida que todos los países del mundo experimentan un desastre tras otro causado por el clima extremo.
Según un reporte publicado en el periódico New York Times, en algunos estudios iniciales sobre el impacto económico del aumento de las temperaturas, Canadá parecía estar mejor posicionada que los países más cercanos al ecuador; el calentamiento podría permitir temporadas agrícolas más largas y hacer más atractivos los lugares para vivir a medida que los inviernos se vuelven menos duros. Pero está quedando claro que la creciente volatilidad (tormentas de hielo seguidas de incendios seguidos de lluvias intensas y ahora huracanes en la costa atlántica, algo poco común en el norte) esta acabando con cualquier ganancia potencial.
“Ha llegado más rápido de lo que pensábamos, incluso personas informadas”, dijo Dave Sawyer, economista principal del Instituto Canadiense del Clima. “No podrías modelar esto aunque lo intentaras. Siempre nos ha preocupado esta escalada de daños, pero verlo suceder es muy duro”.
No obstante, Sawyer y sus colegas intentaron modelarlo. En un informe del año pasado, calcularon que los costos relacionados con el clima ascenderían a 25 mil millones de dólares canadienses en 2025, reduciendo el crecimiento económico a la mitad. Para mediados de siglo, pronostican una pérdida de 500.000 puestos de trabajo, principalmente por el calor excesivo que reduce la productividad laboral y provoca muertes prematuras. Luego están los mayores costos para los hogares y los impuestos más altos necesarios para respaldar el gasto del gobierno para reparar los daños, especialmente en el norte, donde el permafrost se está descongelando y agrietando las carreteras y los edificios.
Sin embargo, dice el informe, aun es demasiado pronto para saber el costo de los incendios actuales y quedan varios meses de temporada de incendios. La consultora Oxford Economics pronosticó que podría reducir entre 0,3 y 0,6 puntos porcentuales el crecimiento económico de Canadá en el tercer trimestre, un gran éxito, especialmente porque la contratación en el país ya se ha desacelerado y los hogares tienen más deudas y menos ahorros que sus habitantes. vecinos del sur.
“Ya pensamos que nos estamos tambaleando hacia una recesión, y esto solo empeoraría las cosas”, dijo Tony Stillo, director de economía de Canadá en Oxford. “Si viéramos que estos incendios realmente interrumpen los corredores de transporte, interrumpiendo el suministro de energía a los grandes centros de población, entonces estamos hablando de consecuencias aún peores”.
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