GILBERTO ROGEL / TORONTO /
La contienda electoral de la política Canadiense comenzó de forma oficial recientemente y muchos nos preguntamos qué novedades nos traerá el siguiente día. Inicialmente, y por mencionar lo mas descabellado, el flamante Primer Ministro nos sorprendió con su oposición al llamado NETFLIX tax, que supuestamente los partidos NDP y Liberal estarían dispuestos a aplicar si alguno de ellos llega al poder a partir del mes de Octubre. La oposición al disque nuevo impuesto que los Canadienses deberemos pagar próximamente, me atrevería a pensar ha sido una de las más brillantes metidas de pata de este gobierno conservador.
Es extraño que esto ocurra en terreno Conservador, cuyos estrategas propagandistas en los últimos nueves años han sabido manejar con bastante audacia los errores y deslices de los funcionarios en el gobierno; a la vez que han sabido asestar duros contragolpes a los débiles partidos opositores; pero ahora parece que alguien (el PM como se le conoce acá) no siguió el guion, y se fue de boca, perdiendo valiosos puntos en las encuestas y convirtiéndose en el hazme reír de los nuevos especialistas del ciberespacio.
Como se habrá conocido en los últimos días, luego del debate entre los líderes de los partidos federales en contienda, las encuestas no le están favoreciendo al Primer Ministro y su partido, las razones son muchas, la población no ha visto sustanciales mejoras en términos económicos en los últimos nueve años, mientras los aliados y protegidos del gobierno se han llenado sus bolsillos con mas billetes cada día, sin que se les caiga algo para los más necesitados, (algo muy parecido a lo que ocurre en nuestras tierras). Agréguele a esto el derroche y la malversación de fondos públicos cometidos por ciertos influyentes funcionarios de este gobierno, cuyos actos fueron descubiertos gracias a la valentía y persistencia de algunos medios de comunicación.
Lo cierto del caso es que de acá al 19 de Octubre muchas cosas pueden cambiar. De mantenerse el rumbo de las encuestas públicas, Stephen Harper y su partido afrontarán una de las más fuertes y bien organizadas campañas por parte de la oposición, cuyos líderes (Mulcair y Trudeau) están movilizando muy bien sus ejércitos de simpatizantes. Particularmente me llama la atención como los nuevos votantes están enganchándose en esta contienda, quizás por novedad o por dignidad, pero muchas de mis amigos me han comentado “ahora es el tiempo de algo cambie en la política Canadiense”, lo que en otras palabras se entendería como un rechazo al continuismo con los conservadores.
En estos más de 50 días que faltan para la llegada del esperado Lunes 19 de Octubre, el reto más grande está en la oposición cuyos dirigentes deberán canalizar todo ese malestar público y convertirlo en votos, tarea que al parecer no será tan fácil especialmente cuando el voto hispano parlante no está siendo bien dirigido por ningún partido político.
Ojo que el nuevo Canadiense de origen hispano en su mayoría tiene una formación política valiosa y no utilizarlo adecuadamente seria un desperdicio que nos puede costar otros cuatro años de un gobierno que no ha servido a la clase inmigrante. Nos vemos el 19 de Octubre.