POR OSCAR VIGIL / TORONTO /
Muchas de las imágenes son crudas, difíciles de ver, y máxime en pantalla gigante. Sin embargo, son parte de la realidad, de una realidad cotidiana para muchos latinoamericanos y particularmente salvadoreños, para quienes obviamente es un verdadero alivio descubrir el destino final de sus seres queridos.
“El Ingeniero”, uno de los documentales presentados recientemente en el Festival Hot Docs, muestra la cruda realidad de las víctimas desaparecidas por la violencia de las pandillas en El Salvador, y cómo el único criminólogo que existe en el país, Israel Ticas, le roba los secretos a la tierra.
Él excava pozos abandonados que son utilizados como fosas comunes por las pandillas MS-13 y Calle 18. Porque a pesar de una tregua, estos grupos rivales continúan “desapareciendo” a sus víctimas, lo que significa que en la mayoría de los casos simplemente ocultan los cuerpos enterrándolos en lugares remotos.
A Ticas, quien ha ayudado a encontrar, y literalmente desenterrar a cientos de víctimas desaparecidas en los últimos años, los familiares afectados únicamente lo conocen como “El Ingeniero”, por su trabajo de excavación y por su pericia.
Los directores del documental, Juan Passarelli y Mathew Charles, estuvieron en Toronto en días pasados y explicaron lo complicado que fue filmar la película, con la cual buscaban documentar la historia de los miles de desaparecidos producto de esta guerra fratricida entre pandillas, así como también llamar la atención sobre tan macabra problemática.
Estos dos productores se han dedicado desde hace años a contar historias de abusos de derechos humanos que no son reportadas ampliamente en los medios tradicionales de comunicación, y decidieron que la situación de la guerra entre las pandillas salvadoreñas necesitaba mucha más atención, mucho más debate, dado que era una situación muy compleja que eventualmente puede empeorar.
“El conflicto de pandillas es algo en lo que siempre hemos estado interesados. Yo fui corresponsal de la BBC en Guatemala hace muchos años, Juan es guatemalteco, así que es algo que hemos querido hacer desde hace mucho tiempo. También sabíamos que era algo con lo que la gente estaba muy familiarizada, pero nos hemos quedado sorprendidos de ver que las personas no están tan familiarizadas como pensábamos”, dijo Mathew.
Por su parte, Juan explicó que querían hacer algo relacionado con el conflicto de las pandillas, encontrar una forma diferente de contar la historia, y “nos encontramos con Israel Ticas, que su trabajo es desenterrar a personas que han sido asesinadas y enterradas en cementerios clandestinos, en un maizal o en un pozo abandonado. Pensamos que la mayoría de personas que son asesinadas y enterradas son a causa del conflicto de las pandillas, entonces creímos que Ticas era una forma ideal para poder explicar el conflicto”.
Mathew reconoce que fue emocionalmente difícil realizar el trabajo fílmico, sobre todo el ver tan altos niveles de violencia. “Fue difícil ver las consecuencias de la violencia, ver los cuerpos, pero la parte más difícil para mí, en lo personal, y creo que para los dos, fue tratar con las familias de las víctimas y de ver a las madres que no están recibiendo la ayuda del Estado, de la policía, de nadie en la búsqueda de sus seres queridos desaparecidos. Tenían el corazón roto y era difícil para los dos”, recuerda.
“El Ingeniero (The Engineer)” fue presentado en Toronto durante el desarrollo del Festival Hot Docs, y atrajo la presencia de muchos espectadores ávidos por conocer la realidad del fenómeno de las pandillas en El Salvador, una realidad que ha implicado el asesinato de alrededor de 14 personas por día y ha producido miles de desaparecidos.
Juan plantea que desde la planificación del documental definieron que el objetivo del mismo era poner el tema en el debate público, “que se hable del tema, que esté en la agenda internacional y nacional el tema del conflicto entre pandillas y cómo resolverlo” y en ese sentido, considera que es algo que están logrando de alguna manera.
Hasta el momento han presentado la película en el festival de Derechos Humanos de Barcelona, España, en el Thin Line Film Fest de Texas, Estados Unidos, en Uruguay y en San Francisco, y la respuesta ha sido muy positiva. En los próximos meses también esperan presentarlo en Guatemala y posteriormente en El Salvador.
“La reacción del público ha sido positiva en términos de que a la gente le ha gustado el documental, aunque lo han encontrado que es realmente impactante. El documental es bastante gráfico, en la forma en que la violencia se presenta, pero sabíamos que ese iba a ser el caso, sabíamos que la gente iba a quedar sorprendida. No queríamos que la gente necesariamente quedara en shock, pero queríamos presentar la realidad de la violencia de El Salvador”, explicó Mathew.
Además de “El Ingeniero”, el festival Hot Docs 2414 también fue el escenario para “Estrellas Vivientes”, de Argentina; “Que caramba es la vida”, de México; “Mateo”, de los Estados Unidos y Cuba; y “El Elvis Chileno”, de Chile.
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