REDACCIÓN / TORONTO /
A medida que el número de niños y niñas que huyen de la violencia de las pandillas en El Salvador, Guatemala y Honduras se ha incrementado, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), está lanzando una campaña para recaudar 18 millones para ayudarles, y la comunidad de Toronto está participando.
En un barrio en la Ciudad de Guatemala donde vive la familia Rodríguez, ser joven es ser un objetivo. Primero fue Miguel, de 19 años, asesinado a tiros mientras regresaba de trabajar en el turno nocturno en una fábrica de papel. Luego vino Gustavo, de 18 años, un jugador de fútbol con un futuro prometedor, asesinado por la misma pandilla. Finalmente, Luis, de 13 años, fue empujado desde un autobús en movimiento en el tráfico por un grupo de pandilleros. Cuando las amenazas alcanzaron a su hijo menor, Andrés, su familia vio que su única opción era huir, llevando únicamente la ropa que traían puesta.
Mientras que las mortales pandillas continúan aterrorizando comunidades en el Norte de Centroamérica, las oportunidades de crecer con seguridad están desapareciendo rápidamente.
María, de 14 años, lo sabe muy bien. Apasionada por el arte y el anime japonés, otros niños en su escuela en El Salvador la acosaban – pero luego este tormento se convirtió en algo peor. Estando solamente en el sexto grado de primaria, los miembros de una pandilla comenzaron a intimidarla. “Cualquier excusa para ellos era lo suficientemente buena para atormentar a una niña en la escuela”, dice María. “Ese lugar no era seguro”.
Conocidos como pandilleros, los miembros de estos grupos fuerzan a niñas y niños a entrar en sus filas; las niñas para ser explotadas sexualmente y los niños para cometer acciones ilícitas. Los padres de María la sacaron de la escuela. Ellos sabían lo que las pandillas son capaces de hacer. En 2008, cuando comenzaba la violencia pandilleril, la hermana de María desapareció en el territorio de una pandilla local y nunca la volvieron a ver. Eventualmente María no tuvo otra opción que huir.
“Mi abuela quería que me fuera. Ella me dijo: Si no te unes, la pandilla te va a matar”. Este fue el mismo destino de Kevin, de 17 años, quien salió solo de Honduras luego de que un pandillero le dijera que tenía que unírseles. “Mi abuela quería que me fuera”, cuenta Kevin. “Ella me dijo: Si no te unes, la pandilla te va a matar. Si te unes, la pandilla rival te va a matar o los policías. Pero si te vas, nadie te va a matar’”.
El número de niñas y niños no acompañados y separados, como Kevin y María, forzados a huir por sus vidas de la agobiante violencia del Norte de Centroamérica se ha duplicado cada año desde el 2011. Ésta se ha convertido en una crisis silenciosa que no puede seguir siendo ignorada.
Para responder a sus necesidades, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está lanzando la campaña “Niñez que Huye”, llamando a donantes y al público para unirse en recaudar 18 millones de dólares para asegurar que todos aquellos que huyen del caos que envuelve la región, tengan un lugar que les proteja.
“Los niños y sus padres están huyendo de El Salvador, Honduras y Guatemala a un ritmo sin precedentes, debido a la violencia generalizada, como violación, secuestro y extorsión”, dice el Representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados en Canadá, Jean-Nicolas Beuze.
“En 2016, estimamos que más de 180,000 personas han huido del norte de América Central para buscar refugio en la región, en particular en México, un aumento de diez veces en los últimos cinco años. Es preocupante ver el aumento de niños enviados por sus padres al exilio para protegerlos contra las bandas criminales que los atacan. Ningún padre quiere separarse de su hijo, y ningún niño haría este viaje traicionero si tuviera una opción. Tenemos el deber de ayudarlos y, trágicamente, solo hemos recibido el 16% del dinero requerido para ayudarlos”, apuntó.
Este flujo masivo de refugiados centroamericanos en los últimos años ha significado un gran reto para las autoridades en los países de asilo, especialmente en México. Las solicitudes de asilo en este país han aumentado en más de 1000% desde 2011 y se han incrementado en un 152 por ciento el año pasado. Las solicitudes también han aumentado en Belice, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Es por ello que una coalición de organizaciones hispanas, en la que participa el Consejo Canadiense para la Herencia Hispana (HCHC), el Congreso Hispano Canadiense (CHC), el Centro para Gente de Habla Hispana (CSPP), personas miembros de la comunidad y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), están invitando para un evento de recaudación de fondos para los “Niños en Fuga” (Children on the Run).
El evento se va a llevar a cabo el sábado 16 de diciembre, de 10:00am a la media noche, en las instalaciones de LIUNA Local 183, ubicadas en el 1263 Wilson Ave., Toronto, Ontario, M3M 3G3. Habrá arte, música, concursos, rifas, comida, etc.
Más información en: http://www.acnur.org/ninez-que-huye, o con Graciela Lopez al 416 949 7647 o Vilma Filici al 416 482 1575.
“Los niños y sus padres están huyendo de El Salvador, Honduras y Guatemala a un ritmo sin precedentes, debido a la violencia generalizada”, dice el Representante de ACNUR en Canadá, Jean-Nicolas Beuze